
* El Gran Canaria de baloncesto tiene por escrito el compromiso de pago del dinero atrasado de su patrocinador
El mismo debate desde 1992 o, si lo prefieren, incluso antes. El patrocinio de la empresa a privada al deporte de Gran Canaria mereció un deseo ventilado en público por el presidente del Cabildo, Antonio Morales. “Ojalá en el deporte grancanario tuviésemos a un Roig”.
Se refería este comentario al problema suscitado por Dreamland y el equipo de la ACB, con demora por impago del contrato. “La pasada semana recibimos por escrito el compromiso de que se abonará lo adeudado y, también, de que la intención de que la empresa quiere mantener el patrocinio en el futuro”, aseguró el consejero de deportes, Aridany Romero. “Dreamland nos ha transmitido tranquilidad”.
Esta situación no es nueva no solo para el CB Gran Canaria sino para otras entidades que la han vivido. “Es una anormalidad que el Cabildo sea propietario de un club”, precisó Romero. Aunque, al margen de la demora actual, “la economía del Gran Canaria está garantizada por el Cabildo”.
El primer ojalá de Morales se refirió a la necesidad de que “el empresariado canario esté implicado en esta colaboración”, de ahí su anhelo de que aparezcan perfiles como el de la familia Roig para apuntalar proyectos como en la Comunidad Valenciana.
Romero sintetizó sus reflexiones: “Los clubes actuales de categoría nacional en la isla no podría competir sin la ayuda de lo público” (…) “Sin la aportación del Cabildo el deporte en Gran Canaria no se conocería como existe hoy”.
También el presidente Morales apuntó en otra dirección, por el “incomprensible trato (gubernamental) diferente de equipos que está en la misma competición” y que pertenecen a islas diferentes. Y recordó que el Cabildo ha debido implicarse anticipando dinero a clubes como el Gran Canaria o UD Las Palmas para salvar situaciones de descubiertos de otros compromisos.
Lo dicho: Más de lo mismo desde 1992.



