La hemeroteca, a través de un artículo de Antonio Lemus en las columnas del desaparecido Diario de Las Palmas  con fecha 8 de septiembre de 1953, descubre el inicio de la tradición mariana que ha cubierto la UD Las Palmas en la práctica totalidad de los 76 años de su largo andar. 

Esa es una pregunta lanzada en no pocas ocasiones y que tiene un respaldo documental con el artículo firmado por el que más tarde sería Premio Canarias de Comunicación.

“En este día del Pino, en que el corazón de todos los canarios está en la agre Villa de Teror, donde se venera la imagen de su Excelsa Patrona, nos agrada poder decir que el Unión Deportiva Las Palmas -la mejor expresión futbolística de la isla- acudirá también a rendir su ofrenda a la Virgen antes del comienzo de la Liga”, señala.

El equipo que entonces dirigía Jesús Navarro Mazzotti estaba en preparativos para iniciar la Liga de Segunda División frente a la Balompédica Linense (2-0), apenas cinco días después de rendir visita a la Patrona de Gran Canaria. Recordemos que ese grupo de jugadores, que lograría el retorno a la Primera División en 1954, estaba compuesto por futbolistas de la talla del portero Pepín, Juan Beltrán, Juanono, Joaquín Peña, Ricardito, Villar, Beneyto, Manolo Torres, el húngaro Andrej Nagy, … Ya era presidente de la entidad Eufemiano Fuentes Díaz.

Acudieron a Teror después de haber empatado en Tenerife ante los blanquiazules (2-2) en el último encuentro de preparación. La presencia del grupo de deportistas pasó inadvertida entre la multitud de grancanarios que peregrinaron a la villa mariana. A título anecdótico, presidió los actos en Teror el Gobernador Militar de la época, Hipólito Fernández, acompañado por los alcaldes de Teror y Las Palmas de Gran Canaria (Hernández Jiménez y Ramírez Bethencourt), además del presidente del Cabildo, Matías Vega Guerra. Y como curiosidad, ese año estuvo en la villa el arzobispo de Colombia, González Arbeláez.

Añadió Lemus en su narración que la iniciativa del club fue “adoptada por el equipo representativo obedeciendo a un noble impulso del corazón de sus directivos y jugadores” … “Quieren acudir a postrarse ante la Virgen del Pino a pedirle su protección y la gracia de su bondad para las duras jornadas del futuro, donde el riesgo de los largos desplazamientos está siempre al día …” Para acabar pronosticando con visionaria certeza que “allí, en el viejo santuario terorense, centro espiritual de la Gran Canaria, hombres forjados en la vida del deporte harán el acto solmene y hermoso de la nueva temporada. Y será ya este gesto una costumbre que quedará en pie para siempre. Porque el Unión Deportiva Las Palmas, bajo la advocación de la Santísima Virgen del Pino, será mejor y más noble cada día”.

Posiblemente la primera imagen periodística de la UD Las Palmas en Teror, en 1956 (Diario de Las Palmas)

Un año después (10 de septiembre de 1954), en la repetición del acto de ofrenda y ya de nuevo como equipo de Primera División, una multitud acompañó al equipo de Saturnino Grech en Teror, acompañados por el propio capellán del conjunto, el padre Juan Nuez. Juan Beltrán, capitán de los amarillos, hizo entrega a la patrona de un banderín bordado con los colores de la UD Las Palmas y el escudo de la entidad futbolística. 

Ya estaba en marcha una tradición que año a año una tradición con los matices peculiares de la actualidad.