La palabra miedo apareció en dos ocasiones durante la penúltima semana de competición de Segunda División en lo que resta de 2025. En ambas fue utilizada en forma de desmentido:

La UD Las Palmas no habría aplicado cláusula de miedo para que Abou Bassinga, su jugador cedido al Ceuta, hubiese podido actuar este domingo frente a los amarillos. Lo que no contaba es que el futbolista marfileño estuviese lesionado y, de esta forma, se pierde uno de los atractivos del encuentro del Alfonso Murube.

El otro miedo que tampoco asusta brotó de los labios del entrenador ceutí, José Juan Romero, al mencionar que su equipo está viviendo una etapa de bonanza clasificatoria y que no teme a nadie. En especial a la UD Las Palmas.

Estos han sido los preámbulos de un encuentro que vuelve a adquirir una importancia notable para el equipo de Luis García. No se trata de abrir brecha, se trata de no ceder terreno en la zona alta y los puntos en territorio caballa son un auténtico tesoro.

Otro aspecto seguro previo del encuentro es que la principal novedad en la UD Las Palmas, José Antonio Caro, tampoco tendrá temores a asumir el puesto inicial en la portería. Ya lo hizo en Copa, frente al Extremadura, con un aciago momento personal. Ahora asume la responsabilidad de seguir llevando al equipo con esa condición de menos goleado y con altura de miras defensivas.

El envalentonado Ceuta no debe tener miedo porque su colchón de puntos con la zona baja de la clasificación se lo permite. Ese es un aspecto que hace doblemente peligroso al conjunto norteafricano, sabedor también de que todo lo que coseche contra Las Palmas le dará brillo a su actuación.