Es el encuentro subrayado en la agenda personal de Manu Fuster. Cuando el centrocampista de Manises (28) firmó hace año y medio por la UD Las Palmas sabía que alguna vez tendría que encontrarse en su camino al Albacete Balompié, el equipo donde acabó siendo referente, capitán y dorsal de mando: El número 10.
La despedida de Fuster en el Carlos Belmonte fue emotiva, a sabiendas de que sus en sus cinco temporadas con el club manchego había dejado un camino lleno de conquistas personales: 34 goles, 195 encuentros, un ascenso a la Liga Profesional y jerarquía incuestionable del grupo.
Pero Fuster estará el viernes por primera vez en la acera frontal, en dirección a la portería del equipo que le permitió lucir para incorporarse a un proyecto de Primera como en 2024 tenía la UD Las Palmas.
Tuvo la oportunidad de despedirse de los aficionados en el estadio del Albacete, antes de pronunciar sus últimas palabras en el club: “Soy albacetista, me siento albaceteño y ¿quién sabe?. ¡Aupa Alba!”, dijo.
Amarillos en el bando manchego
Será también un reencuentro en sentido inverso para Raúl Lizoain (34) y Jefté Betancor (32). El portero grancanario afronta su segunda temporada con el Albacete, después de pasar desde 2018 por Alcorcón, Mirandés, Andorra y Efesé Cartagena.
Y el delantero ha regresado a la Liga tras brillar en Rumanía, con su más reciente paso en el Cluj. Albacete le abrió las puertas para volver a Segunda División trece años después de su primera incursión con el Hércules. |
