Canteranos del verano
El futbolista marfileño, captado en el Parque Juan Pablo II en plena pandemia, tardó apenas cuatro meses en obtener su primera licencia federativa y debutar con los profesionales de la UD Las Palmas
Fotos: C. Torres / Archivo personal
Una de las virtudes que posee el departamento de formación y captación de la UD Las Palmas es no perder la estela de cualquier pista que se le proporcione. Porque el talento puede aparecer en el rincón más insospechado. Si alguien levanta el teléfono para informar sobre un chico con cualidades para lucir esas bonitas prendas amarillas y azules, los ojos de la UD acuden a ese destino para comprobarlo.
Y eso fue lo que ocurrió en plena pandemia del Covid19 con Aboubacar Bassinga (13 de julio de 2005). El zurdo marfileño se ejercitaba con sus amigos migrantes en los parques de la capital grancanaria, en la zona alta de la ciudad, y no pasó inadvertido para los enamorados de la entidad. “Merece la pena observar a este muchacho” … escuchó al otro lado del teléfono Tonono Rodríguez quien, personalmente, fue a comprobar las cualidades de un futbolista que está llamado a poder escribir muchas páginas en los expedientes del club.
Las dos fechas de un récord
De hecho, ya lo ha logrado. Porque Aboubacar Bassinga posee una marca récord que difícilmente volverá a repetirse en la UD Las Palmas y quizá en el fútbol nacional: En apenas 4 meses y 5 días (127 días naturales), el marfileño estrenó su primera licencia federativa avalada por la RFEF y la FIFA hasta debutar con un equipo profesional de la UD Las Palmas. Eso fue lo que ocurrió entre el 2 de septiembre de 2023 (debut con el División de Honor juvenil, frente al San José) y el 7 de enero de 2024 (debut con la UD Las Palmas en Copa, frente al CD Tenerife y en el Heliodoro). Un hecho tan extraordinario solo podría firmarlo un jugador de perfil excepcional.
Su vida es pura aventura. Tenía Bassinga 14 años cuando se atrevió a cruzar el brazo de mar desde África hasta Canarias donde tenía intención de hacer escala rumbo a Francia. Deseaba unirse a sus familiares que ya habían hecho esta travesía migrante. Abou -ahora en perfecto castellano y con acento canario-, apenas quiere hablar de aquella dura experiencia que vivió en solitario y que, en realidad, fue su puerta hacia el nuevo destino.
Captado en el Parque Juan Pablo II
Tras arribar en una patera en el Sur de la isla, unos meses después ya estaba mostrando sus habilidades en los pequeños campos de fútbol reducido del Parque Juan Pablo II. Allí fue donde lo observaron y donde conoció a Tonono. “Nos impresionó ver que tenía los dos calzados del mismo pie, pero tocaba el balón de forma maravillosa” recuerda el jefe del proyecto de cantera de la UD Las Palmas. “Nos percatamos de inmediato que tenía unas cualidades fuera de lo común”, añade Suso Hernández.
La captación estaba cogida con alfileres, por su condición de menor en acogida sin acompañante. Pronto comprendieron que Abu, al igual que otros menores de edad que tenían vocación deportiva, podría tener un camino a seguir en el proyecto UP2U Depende de ti que tutela la jueza Reyes Martel. Bassinga ingresó en el equipo D de la UD Las Palmas, compuesto por jugadores en idénticas condiciones que él. Y con Juan Manuel Rodríguez en esa coordinación técnica, comenzó a comprender lo que era la disciplina de equipo, el esfuerzo solidario de un colectivo y la proyección de la técnica individual en la estrategia de grupo. Los técnicos de la cantera del club se esmeraron en descubrir los mejores perfiles del joven futbolista que había llegado a la entidad.
La referencia futbolística que descubrieron los captadores amarillos del joven zurdo marfileño fue el Centro de Formación Discom, donde Bassinga jugaba al fútbol con sus amigos antes de realizar el viaje cruzando trecho oceánico hasta Canarias.
Una joya futbolística, noble personalidad
Todo cambió para él desde el contacto con Tonono Rodríguez y su equipo de colaboradores. Abou asimilaba todas las tareas de aprendiz en la UD Las Palmas con absoluta naturalidad, convirtiéndose casi de inmediato en el jugador referente del joven equipo amarillo que competía de manera extraoficial en partidos pactados con otros conjuntos. Pero en la UD Las Palmas no descuidaban su formación, convencidos de que había en él un tesoro futbolístico y una persona de nobles valores por pulir.
Con 16 años ya alternaba entrenamientos con equipos dependientes del club y con 17 se preparaba con los futbolistas juveniles de la entidad, aunque sin poder saltar a un terreno de juego. Hasta el estadio Pepe Gonçalves lo siguió en las gradas el mismo Tonono Rodríguez, Juan Manuel Rodríguez y la jueza Reyes Martel cuando Bassinga actuó como ‘refuerzo’ de la Selección de Mali en el Mundialito de la Inmigración. Apenas tenía 17 años y su fútbol lucía entre jugadores adultos, veteranos de otras batallas.
Entusiasmó tanto en aquel torneo que los seguidores de la selección africana corearon algunas jugadas al son de "Meee-ssi, Meee-ssi". Era el ídolo juvenil de un torneo que no ganó su equipo ... porque allí estaban para hacerlo los argentinos.
Quedaba el tramo final hasta que, por fin, la UD Las Palmas recibió el visto bueno de FIFA al cumplir la mayoría de edad. Bassinga no tardó en asumir la titularidad y el número 10 en su primer partido federativo … el que por cierto recordará eternamente porque malogró un penalti. Tenía tantas ganas de anotar en su estreno, pero el larguero no se lo permitió.
A punto de cubrir otro registro puntero
Xavi García Pimienta supo de él y quiso observarlo en algunos entrenamientos profesionales antes de hacer su aparición en el Heliodoro Rodríguez López. La primera temporada de Abu será para él un tesoro, que ha estado a punto también de materializarse en otro récord porque en el mismo ejercicio añadió algunas actuaciones con Las Palmas C en la Liga de Preferente. Sólo le ha faltado actuar con Las Palmas Atlético. En definitiva: Ha jugado con tres equipos del club y en tres competiciones distintas durante una misma temporada, la primera real en su joven carrera profesional.
Abou nació en Costa de Marfil, pero quizá lo que no sabía en aquel momento es que su ADN es de UD Las Palmas.El destino ha querido que su escala fuera en realidad la tierra de sus sueños.