El Gran Canaria cerró su participación en el segundo torneo de verano con laboriosa victoria frente al Bilbao Basket en la final disputada este sábado en Lugo (89-85). 

Un arreón inicial de Salvó, anotando 5 puntos consecutivos, colocó al Gran Canaria en la primera avanzadilla del encuentro (9-3). Aunque el primer acontecimiento relevante del partido fueron las tres faltas casi consecutivas de Maniema en un par de minutos, dando alternativa a Eetu Heinonen desde el banquillo. Maniema no volvería hasta avanzado el tercer cuarto.

Como había ocurrido ante Breogán el día anterior, el Granca tan pronto escapaba en el tanteador como se frenaba en seco, permitiendo aproximaciones de un rival de su liga. La incertidumbre se unía a la igualdad en la final, con algunas acciones de mérito. Entre ellas, un mate de Kuath a pase de Samar que mereció la ovación del público orensano.

Con una canasta de Pantzar, Bilbao tomó la delantera en el guarismo 28-29. Lakovic tendría que parar el encuentro más tarde con 32-38 en contra y sensaciones incómodas frente a un rival más inspirado. 

La situación se complicó antes del descanso, con -9 en contra (34-43) en una etapa de inestable dirección en el juego amarillo de Samar. Bilbao se llevó el primer tiempo impulsado por los 12 puntos de Jaworski y los 18 rebotes capturados en los primeros 20 minutos.

Albicy y Vila apretaron el tanteador en el inicio del tercer cuarto, tras dos triples consecutivos (47-50). La presión del Granca siguió hasta que Labeyrie, con un triple, culminó la remontada a dos segundos del final de parcial.

En el intercambio de canastas y de acciones de ataque del último cuarto el Gran Canaria logró sacar tajada y ampliar su ventaja a 8 puntos (77-69), haciendo saltar las alarmas a los vizcaínos.

El Gran Canaria entró en el último con 5 puntos de ventaja (85-80) tras nuevas apreturas. Petrasek redujo tres puntos para los hombres de negro, pero Brussino certificó el triunfo amarillo con una bandeja a aro pasado.