Tercera victoria del Gran Canaria en la fase de grupos de la BCL, la nueva competición continental en la que está inmerso. Lo hizo este martes en Serbia, donde ha podido cruzarse con el más cualificado de sus rivales en esta etapa de la competición (83-93). El conjunto de Jaka Lakovic encontró en el dúo de escoltas Angola-Wong la producción de problemas que el KK Spartak no supo solucionar en el encuentro. Cuando no era uno, era el otro. Aparecieron en el partido en distintas fases para quebrar la esperanza local, abortar también intentos de aproximación y decorar las mejores jugadas de los amarillos.

El Gran Canaria tardó algunos minutos en engancharse al partido ante un rival que dominaba muchas de las herramientas que vienen exhibiendo los amarillos en esta nueva competición. Y, además, con un cálido público serbio en una pista mejor ambientada que la del Benfica. 

Tras el codo a codo inicial, fue Nico Brussino con dos triples consecutivos y limpios el que abrió la primera brecha (8-15) y la reacción de un enojado técnico rival, Vladimir Jovanovic.

Esos dos intentos lejanos fueron los únicos acertados en el primer cuarto, donde el Gran Canaria también recurrió a las penetraciones y al tiro en suspensión de Wong para alcanzar el primer check-point del partido con seis puntos de ventaja (17-23).

KK Spartak elevó su actividad defensiva en el segundo cuarto, logrando reaccionar con un parcial 7-3 y apretar de nuevo el marcador (24-26). Ese paréntesis anotador lo quebró Angola en su vuelta a la pista para regresar al cochón de puntos (26-35) a falta de cinco minutos para el descanso.

Angola -12 puntos en el primer tiempo- estaba desatacado y la renta del Gran Canaria tocó techo en el primer periodo con 14 puntos (28-42), con su escolta inspirado en las penetraciones.

KK Spartak volvió al partido recortando 8 puntos cabalgando de uno a otro periodo (44-48). Eso obligaba otra vez al Gran Canaria a manejarse en aceras estrechas, sondeando en el banquillo al jugador inspirado de cada etapa del partido.

La rigurosa tercera falta personal de Tobey fue un problema cuando el pívot estaba entonado en defensa. KK Spartak quiso sacar tajada mientras estaba en el banco. En esos momentos de dudas volvió a aparecer Wong para cimentar las ventajas, aunque reducidas, al cruce del último cuarto. A 35 segundos, Albicy volvió a desesperar al cuerpo técnico local con un lejano triple (62-72), marcador para empezar los 10 minutos finales.

La fórmula Angola-Wong seguía funcionando, en este orden. Los serbios lo daban todo, pero la ventaja de 10 puntos se prolongaba mientras el cronómetro seguía su descuento. Cuando el escolta colombiano no estaba en pista era el estadounidense el que encontraba el aro local. Y si hacía falta una ayuda en ataque, la astucia de Brussino aislado del tercer ojo serbio.

Quedaba jugar con el tiempo en el descuento final. Albicy manejó el juego con maestría y al equipo serbio solo el quedó sentir mayor frustración. Su gran esfuerzo quedó en nada.