El Gran Canaria alcanzó la 19ª victoria de la temporada (74-82) y ya clasificado para los pay offs por el título, pelea por la mejor posición posible (sexta) antes de terminar la fase regular de la Liga ACB. El equipo de Lakovic, que llegó a tener una ventaja de 21 puntos, derrotó a domicilio a un Río Breogán que pese a estar en tierra de nadie en la tabla, nunca se dio por vencido y puso en la recta final del choque más complicaciones de las esperadas en el tercer cuarto. El control en los rebotes por parta del Granca fue clave en un triunfo que pudo haber sido más amplio.

Con los deberes hechos antes de empezar el partido el Gran Canaria hizo una buena puesta en escena en Lugo. Hasta 11 puntos llegó a tener el conjunto de Lakovic (13-24). La salida con 0-7 ya marcaba un buen presagio con responsabilidad repartidas en el ataque, donde las ocho asistencias el cuarto indicaban una buena actuación coral; y haciendo un buen trabajo en el control de los rebotes en propio aro. Así, se terminaba la primera cuenta atrás con un 18-27 prometedor.

El Breogán, sin embargo, no quería ser un convidado de piedra en este choque poco trascendental para ellos. Así, ajustando más en la defensa en el segundo cuarto, dejaban a los amarillos en sólo 13 puntos  y aunque nuevamente se vieron con menos 11 en el electrónico (24-35), aprovechando la falta de acierto en triples de los insulares, recortaban diferencias hasta un 36-37, previo al 36-40 con el que se llegaba al descanso.

Tras la vuelta de los vestuarios se repetía el guión, y el Granca, que veía como el  Breogán le empataba a 40, volvía a abrir gas para poner algo tierra de por medio a base de triples no programados y buenas actuaciones individuales de jugadores como Tobey, Homsley, Pelos y Brussino, que ayudaban a un porcentaje de acierto en tiros de dos puntos abrumador (90%) y también notable en el triple (60%). La aceleración ofensiva era máxima y las ventajas alcanzaron los 19 puntos (53-72) en el momento de máxima desesperación de Luis Casimiro en el banquillo total.

El partido parecía encaminado en esos momentos y con la directa metida en la carrera hacia el final, la ventaja llegaba hasta los 21 puntos (53-74), momento en el que Lakovic empezaba a hacer otras cuentas con el fin de luchar por una mejor posición en la clasificación final. Era la nueva batalla, en la que el Breogán aparecía como invitado no esperado que llegó incluso a recortar su desventaja hasta los nueve puntos (65-74), poniendo en la zona roja la presión en el pabellón.

La locura se apoderó el partido y aunque el Granca consiguió cerrar la brecha abierta, y enfriar parte de los ánimos lucenses con 70-81 para llegar a un final en el que el margen era amplio nunca suficiente hasta que se alcanzaron los últimos instantes con constantes errores en uno y otro lado, que sellaban un partido que no fue nada ortodoxo.

Alineaciones     Río Breogán (18+18+17+21): Grant (9), Vila (14), Touré (6), Kurucs (15), Nakic (4) –equipo inicial-, Apic (10), Aranitovic (7), Mavra (6), Hughes (3) y Quintela.   Dreamland Gran Canaria (27+13+32+10): Albicy (3), Thomasson (5), Brussino (13), Shurna (8), Tobey (11) –equipo inicial-, Conditt (4), Homesley (19), Pelos (8), Samar (7) y Salvó (4).   Marcador cada cinco minutos: 7-12, 18-27, 27-35, 36-40, descanso, 48-48, 53-72, 66-77 y 74-82.   Árbitros: Jordi Aliaga, Alberto Baena y Cristóbal Sánchez. Técnica a Casimiro (m. 30) y Apic (m. 34).   Pormenores: 33ª jornada de la Liga ACB. Pabellón Pazo Provincial dos deportes de Lugo. 5.097 espectadores.