Las Palmas Atlético no pudo arrancar este domingo algo positivo en su paso por Valdebebas. Al filial amarillo le sobraron los primeros minutos del partido, donde encajó el 1-0 y sufrió el asedio local, y más tarde los finales, tras un gol de penalti. El Real Madrid C se llevó los puntos con la victoria (2-0), aunque el equipo de Raúl Martín hizo méritos para algo más.

El partido no comenzó bien para Las Palmas Atlético, que debió organizarse para contener la primera oleada del segundo filial del Real Madrid. El 1-0 pudo llegar en los minutos 6, 7 o 17 con varios remates, siendo el último disparo de Barroso el más peligroso. El balón se perdió por encima del larguero tras un disparo potente a la media vuelta.

El gol inicial llegó a los 19 minutos, después de una incursión por la izquierda cuyo centro no pudo retenerlo Nicolau. Pero Barroso, atento, aprovechó para anotar a placer en las proximidades del guardameta.

Reaccionan los isleños

Pareció que con el 1-0 en contra Las Palmas Atlético soltó nervios y amarras. A raíz de entonces empezó su motor a carburar y en algunas jugadas logró situar en apuros al meta Quetglas. La mejor oportunidad visitante llegó a los 26 minutos, después de un avance de Elías Romero con pase a Johan Guedes, pero el disparo del extremo grancanario lo rechazó a córner un defensa.

Esa jugada fue la más potable de los visitantes en el primer periodo, que se cerró con la mínima renta merengue. El riesgo en el entorno de Nacho Nicolau había decrecido, dejando un hilo de esperanza para la segunda mitad.

Con el paso de los minutos, la sensación que dejaba el encuentro es que al filial le habían sobrado los primeros minutos de timidez con los que se expresó en el partido. Las Palmas Atlético se había instalado de lleno en Valdebebas, mereciendo algún rédito a sus acciones.

Johan la tuvo otra vez

Elías lanzó a las manos del portero local en el minuto 47, como anuncio de intenciones. En el 67 volvió a ser Johan Guedes el que se aproximó al empate, tras una jugada de Rivarés y volea ligeramente alta del valsequillero.

Tras muchos minutos, el Madrid C se acercó con verdadero peligro a través de un córner, que acabó con un testarazo de Oscar Mesa repelido por el poste. Fue preludio del finiquito a la esperanza grancanaria, porque en el 77 Barroso anotó el 2-0 en una acción de pena máxima. Los cuchillos afilados del filial blanco se hicieron notar en el marcador.

Las Palmas Atlético estuvo intentándolo hasta el final, aunque el número de errores se elevó sin que el filial blanco lograra aprovecharlos para ampliar el 2-0 final.