La UD Las Palmas repitió en Burgos el 0-0 de sus dos últimas visitas oficiales a El Plantío. El equipo amarillo no encontró el gol que durante muchas fases del encuentro mereció frente al conjunto de Ramis, que optó por protegerse al comprobar que su portero Cantero tenía abundante trabajo por momentos. Quizá la mejor noticia de la tarde fue la portería a cero de Horkas, algo que en la UD Las Palmas no sucedía desde el 1-0 al Atlético en abril pasado.

Luis García Fernández optó por ubicar en el centro del campo al canterano Iñaki González como teórico relevo del italiano Lorenzo Amatucci, ausente por convocatoria internacional sub21. Esa fue una de las soluciones previstas por el entrenador, con el añadido de la aparición como pieza titular del atacante Marc Cardona por Jeremía Recoba. El resto del once amarillo mantenía el aroma de las últimas jornadas. 

El inicio fue prometedor para la UD Las Palmas, que abordó el partido con dominio y abundantes combinaciones. Las primeras señales de peligro fueron visitantes, especialmente en una jugada de billar en la que Manu Fuster tocó el cuero de tacón y descolocó a defensas y a sus dos compañeros posibles rematadores. 

El portero local Cantero tuvo que aparecer en dos oportunidades. Tras un pelotazo, Marc Cardona pudo anotar a los 10 minutos en la primera gran oportunidad real. Persiguió el balón, esperó el fallo defensivo y remató para que el guardameta desviara lo justo a córner. Y dos minutos después tuvo Cantero que volver a intervenir evitando otro disparo cruzado de Fuster.

Todavía habría una tercera clara ocasión isleña, con Milos Lukovic como protagonista. El serbio escapó hacia el área en el minuto 17, pero su disparo raso los sacó como pudo Cantero evitando que el operario del marcador iniciara su trabajo en la tarde castellana.

Horkas también aparece

La actuación de Las Palmas solo estaba entonces incompleta porque faltaba la guinda. Aunque Horkas debió rectificar con un rechazo a David González, tras una mala salida de balón de Mika Mármol. Esos pequeños desajustes eran la única nota de inquietud de un partido que estaba bajo control.

Las premisas iniciales decayeron paso a paso con el correr de los minutos. Ramis ordenó sus líneas retrasándolas algunos metros para impedir las operaciones ofensivas con espacios de la UD Las Palmas. El equipo de García Fernández volvió a aparecer con peligro en un córner, rematado por Mika Mármol junto al poste cuando corría el minuto 37.

Viera en la segunda parte

El partido cruzó su ecuador con las aguas más tranquilas en las dos áreas. Horkas fue el primero en intervenir en la segunda parte para repeler un duro disparo rival, mientras Cantero también apareció para controlar un libre directo de Manu Fuster. Y el mismo arquero retuvo en dos tiempos un intento lejano de Loiodice, al que le faltó colocación y no potencia.

Para entonces ya estaba en el campo Jonathan Viera, que fue el primer relevo de banquillo designado por Luis García. Con su presencia y los posteriores cambios, Las Palmas acabó el encuentro con mayor posesión que su rival, elaborando jugadas ante un rival cada vez más convencido de que sus posibilidades pasaban por el contragolpe.

Las últimas cartas de Luis García fueron Jesé y Recoba, partiendo con frescura desde el banquillo. Se jugaba ya a una carta, a una ocasión que poder aprovechar. Fueron minutos de un monólogo isleño, con el Burgos atrincherado, casi pidiendo la hora durante 10 largos minutos.