Explicó García Fernández que la Segunda División actual exige a cualquier candidato estar preparado para los distintos escenarios a los que se enfrentará. No sería nada novedosa esta afirmación si no fuera porque la plantilla que dirige está afirmándola con ejemplos muy gráficos. Para ganar al Cádiz no sólo fue poderosa la UD en la estrategia defensiva sino que resolvió el partido a balón parado, en una jugada ensayada. O para derrumbar al Éibar cambió la manija del balón y se mostró como un equipo dotado al contragolpe, hecho similar al 1-3 contra el Córdoba.

La adaptación al medio siempre fue, sin duda, una virtud. Y eso es lo que ahora toca en El Alcoraz donde Las Palmas ha sido incapaz de ganar un partido sean por las razones que fueren. Esta nueva UD de 2025-26 dice poseer esa virtud del transformismo y tendrá ahora que hacerlo ante uno de los rivales más sólidos como equipo local y, además, peligrosamente atrevido en los minutos finales.

El desarrollo del encuentro dirá si los amarillos se protegerán con el balón ante el Huesca o definirán su estilo con la opción más reciente. Porque no parece que el técnico García Fernández tenga muchos argumentos para variar las piezas iniciales que una jornada atrás alcanzaron la segunda plaza de la clasificación.

Tampoco parece que este primer encuentro de los tres viajeros próximos sea el que se reserven piezas, quizá sí para la Copa frente al CD Extremadura del martes 28. 

Otro de los interrogantes del día se refiere al propio Huesca y su condición de equipo sin actividad reciente. El paso del virus estomacal deja sin referencias a los amarillos del posible plan de partido del conjunto aragonés.

El partido de este viernes será seguido por propios y extraños. Porque muchos de los rivales directos de la UD Las Palmas estarán atentos a saber cómo se comporta el camaleón grancanario en esta siempre exigente salida. Y si al acabar el día los jugadores de Luis García se acuestan con los pies en el liderato que, sin pretenderlo tan pronto, está a un solo peldaño.