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Opinión

  • La Unión Deportiva Las Palmas está pagando, a mi juicio, los errores cometidos con la planificación de la temporada. Al frente del club existen técnicos cualificados que dependen de un presidente-dueño de la U.D., al que se deben y es el que tiene la última palabra, de ahí que si se buscaran responsables habrían varios.

    Un viejo amigo, ya lamentablemente desaparecido, nos decía hace muchos años: "lo importante, lo más importante, es el trabajo que se haga en los despachos en el verano, antes de que comience la temporada. Luego hay que ejecutar esa planificación y es cuando se pueden recoger los frutos". Ese razonamiento nos lo hacía Roque Olsen en la cafetería Viena, del Estadio Insular, cuando después de los entrenamientos compartíamos mesa y mantel para hablar de fútbol.

    Y eso es lo que queríamos decir. Las Palmas sabía mucho antes de que terminara la temporada que Quique Setién se iba. Desde ese momento la comisión deportiva se puso a buscar un sustituto y se fijo en Roberto De Zerbi, que mantenía un conflicto con el Palermo. Un fichaje complicado porque el italiano pujaba con su club por la indemnización. Era un secreto a voces aunque la U.D. no lo anunciaba. Incluso, Toni Cruz hacia referencias veladas de que el técnico estaba informado en todo momento de los movimientos y que contaba con su aprobación (incluso sus auxiliares trabajaron la planificación ya en la isla).

    A principios de julio, cuando ya se celebró el juicio, en 24 horas, Miguel Angel Ramirez decide no contar con el italiano, y le da la maxima responsabilidad del equipo al técnico del filial, Manolo Márquez. Un cambio de timón propiciado por uno de los miembros de la comisión deportiva, Manuel Rodríguez, conocido por Tonono. Era su apuesta y convenció al presidente. Al segundo partido de Liga, el de la goleada del Atlético, ya entraba por tribuna Paco Ayestaran acompañado de su segundo. ¿Quién lo invitó?. Vaya usted a saber que se cosía en los despachos. La dimisión de Marquez propicio la llegada al banquillo del invitado al partido con los colchoneros. Llevamos ya tres entrenadores, porque De Zerbi era el técnico en la sombra, sin firmar, pero con opinión.

    Es una lástima que esta campaña, con una buena plantilla, no tengamos un buen equipo. Las jornadas pasan y de una U.D. ilusionante se ha pasado a la decepción. Cierto es y no damos el brazo a torcer, que hay que seguir apoyando. Que este equipo lo vimos como se paseaba en la Segunda B, que estuvo a punto de desaparecer por las deudas, pero que ahora, con tantos "gallos" en su interior, existen demasiados pulsos que, cuando se llega a la hora de la verdad, se esconden. Dejémonos de guerras personales y todos, partiendo desde dentro, se unan y busquen lo mejor para el equipo, no para los méritos personales.