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Opinión

  • El primer partido de la promoción de ascenso, entre el Valladolid y la UD Las Palmas, respondió a lo que es esta competición en sí. Y en él comprobamos que el equipo amarillo ofreció la dosis de realidad de lo que es capaz de hacer en esta lucha final y también cabe la satisfacción de haber logrado un resultado que es muy bueno para sus aspiraciones. Queda la segunda parte de la primera ronda y es previsible que veamos algunas cosas diferentes en el Estadio de Gran Canaria.

    Lo real de la capacidad de la UD Las Palmas fueron sus primeros treinta minutos de juego. Cuando tiene posesión y presiona arriba, con sus líneas avanzadas, se convierte en el dominador de la eliminatoria. Sin embargo, si cede terreno, entonces le toca sufrir más que otros conjuntos quizá acostumbrados a este segundo modelo de partido. La alineación titular de Paco Herrera, con Valerón en el terreno de juego, respondía más a la primera idea y con ella acertaron los amarillos a realizar muchas cosas importantes en ese tramo de partido. Juan Carlos fue un futbolista muy importante aunque podría interpretarse lógico su desgaste y relevo tras el descanso.

    El once amarillo inicial amarillo y su manera de interpretar el partido puede estar más cerca de la final del play off si es capaz de repetir y mejorar sus prestaciones en el Estadio de Gran Canaria, donde el público puede ser el factor determinante. A mi juicio, tiene un papel fundamental en una eliminatoria que promete estar muy igualada. Porque habrá momentos malos para el Valladolid y también instantes de apuro para Las Palmas; ahí es donde el ánimo exterior se deja notar y donde Las Palmas debe tener la ventaja definitiva en el segundo asalto.

    En el primer partido, además de las condiciones especiales de un campo mojado, hubo mucha tensión en los dos equipos; el Valladolid también jugó al límite y en algunos momentos su riesgo lo llevó a perder efectivos. No creo que el partido realizado sea excesivamente duro; responde más a lo que es la promoción en sí y lo que cada uno se está jugando. ¿Qué decir de Raúl?. Personalmente tenía claro que podría ser el hombre en la portería del play off. Lo viene mereciendo y ya no deja dudas de su madurez. Ha sabido ser titular y ha sabido ser suplente. Su momento es ahora.

    Las Palmas ha alimentado la esperanza. Pero no tiene motivos para sentir que todo está acabado. Queda mucho por hacer y ahora dicta el Gran Canaria.