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Opinión

  • Cuando un equipo pierde por 4 goles a 1, como le sucedió al Alcorcón este sábado en el Estadio de Gran Canaria, lo evidente es pensar que no tuvo claridad de ideas. Lo cierto es que el equipo alfarero dio en todo momento la cara y se lo puso bastante difícil a la Unión Deportiva Las Palmas. Pero esta Unión Deportiva dista bastante de la que fue en tiempos no muy lejanos, y cuando los hombres de José Bordalás apretaban los amarillos subían una marcha más y si a esto también unimos el excelente estado de forma o de gracia poco más hay que decir, ¿o sí?

    Creemos que sí hay que decir algo más: Vemos el excelente estado físico de los jugadores. Por ejemplo David Simón en el minuto 92 de partido corrió detrás del balón, desde su lateral al lateral del equipo rival, como si acabara de empezar el encuentro. Vemos a una estrella que brilla con luz propia, como es el caso de Araujo o debemos decir 'Araugol' ... Vemos la perfecta sintonía entre los jugadores y el concepto de colectividad que invade al equipo, sin ir más lejos el gol de Momo, tras una gran jugada y la generosidad de Guzmán, que pudiendo haber sido él quien marcara le dejó al once grancanario un balón expedito para que finalizara la acción...

    Pero hay algo que no vemos en el terreno de juego, pero sí sus consecuencias. Nos referimos a la labor del equipo técnico, encabezada por Paco Herrera. Los vítores se los llevan los jugadores, son a los que habitualmente seguimos en sus acciones, a quienes aplaudimos y en estos momentos los que llenan de ilusión a todos los amantes del fútbol canario, creando, en definitiva, grandes esperanzas. Pero justo es reconocer que el entrenador de Las Palmas está aportando ese algo tan necesario que por una razón u otra no veíamos anteriormente. Creemos sinceramente que es el verdadero líder del equipo. El director de orquesta en el que los músicos ponen sus ojos, si se nos permite la comparación.

    La Unión Deportiva es un reloj en el que todos sus componentes tienen un cometido y en el que, como decíamos anteriormente, cuenta con un técnico que ha sabido en todo momento leer los partidos. Ha realizado los cambios e introducir las modificaciones necesarias cuando peor lo pasaba el conjunto. No se va por las ramas, es como si todo fuera estereotipado, pero no menos cierto es que lo que vemos en el terreno de juego es fruto del trabajo bien hecho y de tener las ideas muy claras. Mañana podrá salir mal y probablemente critiquemos, pero hoy sólo podemos hablar de diversión, de comentar por enésima vez la magia de Valerón y sobre todo de disfrutar de un anecdótico primer puesto. Lo de anecdótico porque sólo van cinco jornadas del campeonato. ¡Faltaría más!...