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El calvario de Calem comenzó en el Anexo

El jugador grancanario del Tenerife B reaparece tras 9 meses de recuperación de un arrancamiento de la fascia del pie izquierdo

  • TERCERA
  • 23/11/2017 - 15:45
El calvario de Calem comenzó en el Anexo Calem dolorido (a la izquierda), junto a Benito, el día de la lesión que le apartó del fútbol desde febrero (C. Torres)

M.B.

El grancanario Calem Álvarez (23 de septiembre de 1995) lleva clavada en su cabeza una fecha: 12 de febrero de 2017. Ese día, con su actual equipo el CD Tenerife B, se convirtió en una víctima más del estadio Anexo al Gran Canaria, superficie que genera no pocos debates sobre la idoneidad para la salud de los deportistas. Ocurrió allí y, en consecuencia, la instalación queda en sospecha.

"Sentí un latigazo enorme, muy doloroso, en el pie izquierdo. Apenas se habían jugado unos minutos del partido contra Las Palmas Atlético pero ya no podía seguir. Aguanté hasta el descanso, pero luego tuvo que ayudarme mi hermano para poder desplazarme", afirma el centrocampista que también ha actuado en la propia cadena filial de los amarillos y en promoción de ascenso a Segunda B con el Villa de Santa Brígida.

Nueve meses después ha finalizado la pesadilla de Calem. "Ya llevo jugado dos partidos y ambos como titular: frente al San Mateo en Tercera y esta semana en la Copa Heliodoro, contra el Icodense. Lo he pasado muy mal. Porque, desde aquel día, me diagnosticaron un arrancamiento de la fascia de la planta del pie izquierdo. El dolor era inmenso. No podía avanzar nada. Afortunadamente, todo esto ha pasado y ahora sólo pienso en jugar al fútbol", valora a los lectores de Tinta Amarilla.

Desde ese partido, comenzó para Calem una peregrinación particular para encontrar la solución. "He aprendido muchísimo sobre medicina en este tiempo. Lo digo de broma, pero es la realidad. Es una lesión dolorosa, no es superficial, que impide pisar con normalidad y mucho menos hacer deporte de élite".

Calem fue de mano en mano, de despacho en despacho buscando la opinión definitiva. "Me han visto ocho médicos distintos, tanto en Santa Cruz, como en Las Palmas de Gran Canaria y ya por último en Madrid. Cada uno tenía una opinión y me remitía al siguiente. Afortunadamente todo ha pasado, aunque he tenido que realizar todo tipo de tratamientos para encontrar la solución. No hubo que pasar por el quirófano, que era lo último". Acabó en Madrid, con "el jefe de traumatología de Fremap. Estuve tres días, me hicieron las pruebas y finalmente me indicaron que la lesión original se había curado. Quedaba el dolor residual, que he ido superando con trabajo y con los buenos consejos médicos. Ahora vuelvo a jugar y aquello es un recuerdo".

De entrada, con Mazinho en el banquillo, el mediocentro grancanario se ha instalado en el once titular. "El filial del Tenerife puede tener este año opciones de jugar la promoción. Estamos en ello. Ya la pasada temporada tenía una buena plantilla, jugador por jugador. Pero quizá, a diferencia de esta, se jugaba de forma más individual. Dependía más de una acción personal de determinado jugador o más tarde de otro. Ahora se juega más en conjunto, algo que a mí me va bien por las características propias".

Entre sus candidatos a la promoción no deja de contar con el Villa de Santa Brígida, equipo con el que Calem logró el título del grupo canario de Tercera. "El Villa siempre es capaz de reinventarse. Todos los años pierde a un puñado de sus jugadores. Y luego tiene capacidad para ir tomando forma en la competición. Esta temporada no empezó muy bien, pero le veo con cualidades para estar ahí. Haré todo lo posible para que también lo esté mi equipo".