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Obituario

Se apagó la perenne sonrisa de Ramón Oliver

El que fuera jugador del Gran Canaria en los 80 y 90, además de fisioterapeuta del Villa de Santa Brígida, fallece en la capital grancanaria a los 52 años de edad

  • CBGC NOTICIAS
  • 13/01/2017 - 15:02
Se apagó la perenne sonrisa de Ramón Oliver Ramón Oliver, en una imagen de archivo del Gran Canaria

M.B.

La sonrisa de Ramón Oliver se apagó este viernes, 13 de enero de 2017. El que fuera jugador del Gran Canaria de baloncesto a finales de los 80 y 90 ha fallecido a los 52 años de edad en la capital grancanaria.

Ramón Oliver Viñals llegó a la isla en el verano de 1987, de la mano de Joaquín Costa Prat como entrenador y Pepe Moriana en la presidencia. Era un gregario importante en el equipo, un jugador que ayudaba por su combatividad y, a veces, buena muñeca. Llegó cuando el Gran Canaria, entonces aún Claret porque no se había producido la reconversión en SAD, militaba en la Primera B, integrándose en un equipo que tenía en sus filas a Gregg Stewart y Willie Jones. Le esperaban por delante tres ascensos con el equipo isleño.

Venía del Tizona de Burgos, tras haber recalado en etapa formativa por el Joventut de Badalona. Costa le conocía bien y pronto le descubrió sus funciones en el equipo que actuaba en Tamaraceite.

Fue partícipe aquel primer año del billete a la Liga ACB, en la eliminatoria ganada al Lagisa de Gijón y en tierra asturiana. Y partícipe en la siguiente campaña con los amarillos del regreso a la máxima competición en un plante en el que llegaba el pivot Tom Schefller, gran referencia del Pau Orthez, junto a Stewart, Berdi Pérez, Juan Méndez, su eterno amigo Joan Pera Vila, Juan Ramón Fernández además de los canarios Orlando Brito, Francis García, Fernando Mendoza y el dinámico base brasileño Ciço Simón.

El ala-pivot Oliver funcionaba. Se quedó en el Gran Canaria asumiendo un papel de pegamento de grupo, logrando un nuevo ascenso a la élite en 1990-91, para paso por el Granada en la campaña 91-92 y regreso a la isla en las tres temporadas siguientes. Conoció el tránsito al Centro Insular de Deportes, siendo un jugador muy popular y veterano en el grupo y estuvo también en el otro ascenso de la campaña 1994-95, en Gijón, siendo el último hasta ahora porque de forma consecutiva el club se ha mantenido en la categoría.

En esta otra plantilla, dirigida por Manuel Hussein, el éxito en la fase final disputada en Asturias lo compartió con Berni Hernández, Emilio Boada, Jaume Morales, Juan Ramón Marrero, Alexis Lombilla, Ángel Santana; Antonio Espinosa, Jonathan Ojeda, Pepón Artiles, David Butler y Francis García.

Tras el baloncesto, Oliver ha realizado diversas colaboraciones en funciones de fisioterapeuta, entre ellas en el Villa de Santa Brígida, prolongando su ciclo durante cuatro temporadas.

"Nos hemos quedado impactados" confiesa Berdi Pérez, su compañero en el club hasta 1990. "Ramón era un portento físico. Aún hoy era capaz de ir hasta la cumbre en bicicleta, participar en carreras de dureza o en un triatlón. Se cuidaba muchísimo. Nos ha afectado mucho la noticia. Fue una persona luchadora, que tuvo que labrar su propio camino. Abrazamos a toda su familia en estos momentos tan dolorosos".

Quienes le conocimos en Tinta Amarilla, lamentamos su pérdida y expresamos el pésame a toda la familia de Oliver Viñals. Un canario entre nosotros se nos va.

Oliver, segundo de pie a la derecha, entre Tom Scheffler y el delegado Miguel Angel López (HGC)