
El técnico ha pasado de estar "absolutamente contento por la confección de la plantilla" a agilizar debates sobre la velocidad, la altura del equipo y la portería en plena competición. Mientras, se aproxima el mercado invernal con la no intención de fichar por parte del club
M.B.
Desde que la UD Las Palmas accedió de manera simbólica al primer puesto de la clasificación, por unas u otras razones ha sumado 10 puntos de 30 posibles. La temporada de los amarillos no ha abandonado el calificativo de espléndida por ello, situándose en el ecuador de la tabla clasificatoria, aunque cada día con más distancia en relación a la zona de privilegio donde dejó su huella inicial.
En ese periodo llegaron cuatro derrotas. Dos de ellas, polémicas (Sánchez Pizjuán y El Madrigal), donde no hay reproches a la actuación de un equipo que marcó primero y aspiró a ganar. Pudo hacerlo en ambos casos o, al menos, puntuar. Pero en las otras dos (Anoeta y Benito Villamarín) se pareciaron más mérito rival que acierto grancanario.
En este primer ciclo de encuentros, el mensaje del entrenador amarillo también ha ido modificándose. Y a modo de confesiones en voz alta, sigue dejando algunos detalles que merecerían la reflexión. Más cuando se hizo camino al andar y en él hay bifurcaciones, como es la propia llegada del mercado invernal.

Porque todo arranca tras la pretemporada. En un primer momento, el entrenador reclamaba una plantilla de 22 por dos razones: por el dolor confeso de decidir los descartes de cada jornada y por el intento expresado por él de dar pasillo a jugadores procedentes del primer filial. No obstante, el primer mensaje a tener en cuenta lo emitió en vísperas al partido frente al Valencia y en las ondas de la emisora oficial del club:
"Sé que me la voy a jugar con ellos (sus futbolistas) y también ellos conmigo. Estoy absolutamente contento con todos los que han venido y también por cómo ha quedado la plantilla. Esa percepción también la tienen ellos. Haremos un buen papel en el campeonato" pronosticó. Ese mismo día, antes del viaje, también se refirió a los fichajes. "Los jugadores que han llegado tienen capacidad más allá de la adaptación. Tiene clara nuestra idea muy pronto. Cuando manejas a estos futbolistas te das cuenta lo que tienes"
Las Palmas ganó dos encuentros y logró situarse al frente de la clasificación. Agosto fue un mes glorioso para el propio Setién, elegido como mejor entrenador de la Liga. Pero las piedras en el zapato comenzaron en el Sánchez Pizjuán, con decisiones arbitrales que aderezaban una injusticia global en el trato hacia los amarillos.
.jpg)
No obstante, hubo un segundo mensaje que tenía un valor importante porque comenzaba a hablar de la plantilla. Se produjo después del 2-1 en El Madrigal, cuando ya encontraba carencias:
"Sabíamos que no teníamos capacidad para muchas cosas con los cambios. Hoy me faltaba alguien que tuviera velocidad arriba. No lo tenemos. Me faltan jugadores que vayan al espacio y con velocidad. No estaba en el banquillo ni en la isla".
Ese argumento requirió una aclaración interna, pero no acabaría siendo el único en cuanto a carencias que el entrenador ha ido encontrando con el transcurrir de las jornadas. La siguiente está referida lo ocurrido en Betis donde dos goles de cabeza, en jugadas de estrategia verdiblanca, han abierto nuevas interrogaciones públicas. También empezó con un "sabíamos ...":

"... Que a balón parado vamos a sufrir. Porque no tenemos altura suficiente para defender a equipos poderosos y fuertes como este (Betis). Bruno va extraordinariamente bien de cabeza. Se antició al mejor de los nuestros (Lemos). Ante esto, no puedes hacer nada".
Habría que buscar frases relacionadas en víspera al encuentro frente al Granada, en la segunda jornada. Cuando Setién ofreció otras reflexiones a micrófono abierto:
"A balón parado se consigue a favor o en contra, a veces. Puede ser muy difícil de controlar por mucho que lo trabajes. Nosotros trabajamos bastante poco la estrategia. Lo puedo asegurar (...) Porque depende de la valentía de los jugadores para estar centrados, seguir las marcar o trabajar las jugadas rivales. Hay aspectos que mejorar en general y también hay que considerar la forma de ser de muchos futbolistas. Les pedimos que peleen y sean agresivos. Hay que disputar un balón con intención real de quererlo ganar".
Más debates sobre el once amarillo han sugerido opiniones a lo largo de la campaña del propio entrenador. Pero sin duda, el de la portería continúa abierto. Sus últimas impresiones dejan huella y podrían ser motivo de análisis cada jornada. Se produjo antes de la última jornada, cuando Raúl volvió a dejar el puesto a Javi Varas:
"Si considerase que uno de los dos (Raúl o Varas) es infinitamente mejor que el otro, ese jugaría. Es una percepción mía. Espero que acepten mis decisiones. No tenemos más salvo un chaval que está con nosotros pero aún muy verde".
Las dinámicas marcan; las frases quedan y se aproxima la apertura de un mercado de invierno que parte con otra premisa. "No tenemos intención de fichar", dijo el presidente hace apenas dos semanas. La Liga sigue y los resultados, posiblemente, dictarán todo lo demás.



