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"De limpiacoches a limpiabotas"

Todo comenzó con una camiseta de Chrisantus

Kingsley Odiesi, hoy utillero de la UD Las Palmas, cuenta en UDRadio su unión al club amarillo, tras llegar como emigrante desde Nigeria y paso por Ceuta

  • GENTE CON DUENDE
  • 08/11/2016 - 20:28

B.P.

Kingsley Odiesi (40) es hoy miembro del equipo de colaboradores de la UD Las Palmas, con funciones en la utillería del club desde este verano. Se ha convertido en un personaje carismático del vestuario en el equipo amarillo, apenas unos meses después de su incorporación al club.

Este martes contó su historia en los micrófonos de UDRadio, para recordar su pasado y saborear su presente: "Sigo siendo el mismo ahora: el mismo limpiacoches como limpiabotas".

Kingsley tiene una historia relacionada con la UD Las Palmas. Como admirador de las Águilas Negras de Nigeria, en su día tenía una ilusión. Entonces no estaba en las proximidades de la UD Las Palmas, pero soñaba con la camiseta de su compatriota Macauley Chrisantus. Esa prenda tan preciada está en sus baúles personales, porque la consiguió tras un partido contra el Castilla y como aficionado de la Grada Sur del Gran Canaria. Aún recuerda ese momento.

"Me invitaron al partido. Y al final, con la ayuda de una fotógrafo -Carmen B. Torres de Tinta Amarilla- convenció a Chrisantus para que me trajera la camiseta", recordó con emociones para rematar el mensaje afirmando que "no sabía entonces que unos años después iba a estar trabajando para el club".

Como él recordó, en un tiempo limpiaba coche, luego trabajó en Bazar Sport con diversas labores y, de un día a otro, "entré en un club de Primera División (...) Cuando me di cuenta estaba en Maspalomas con grandes jugadores a mi alrededor".

"Llevo 19 años en España y 12 en Canarias. Jugaba al fútbol, como delantero, en Nigeria. Hacía atletismo y fútbol. Tengo un hermano en Estados Unidos jugando al fútbol". Rememoró que "soy huérfano desde los 13 años. Somos cuatro hermanos. La cosa no estaba bien para nosotros. Si me quedo aquí, en Nigeria, no tenía nada que ganar. Cogí la maleta y me fui. Llegué a Ceuta y, desde ahí, siendo menor, me dieron un documento nacional con permiso de residencia que tengo que negociar".

Su padre era piloto de avión y su madre era empresaria. "Vienen los tíos y te quitan todo. Se mueren los padres y cambia la vida".

Para llegar a España viajó desde Nigeria a Ceuta durante doce días. "Tenía un poco de dinero en ese momento. Iba a autobús. Todo me salió bien. No hubo control de documentos y entré solo, sin nada, en Ceuta" (...) "Pensé que podría jugar al fútbol en España. Pero las cosas no son así. En Nigeria solo basta con pedir una prueba".


Sus planes cambiaron cuando conoció España y, más, Canarias. "Mi primera idea era ir a Alemania, no hablaba nada español. Pero ahora ... tengo dos canariones (...) Pero vine a Gran Canaria porque mi hermano estaba aquí. Esto me gustó y él se fue a Chicago. Encontré aquí el amor. Mi mujer es nigeriana, pero la conocí en la isla".

Tuvo varias funciones antes de alcanzar un hueco en el proyecto del equipo de fútbol."Dejé de pinchar disco en salas de fiestas para ir a limpiar coches. Dios me dijo que bajara la cabeza para luego subirla. Limpiando coche me pasó todo lo bueno. Encima ganaba más dinero, casi como un empresario. Tenía tres empleados y todo el Sebadal para mí. Trabajaba duro. Hay que hacerlo así y tener fe", comentó en la emisora oficial de la UD Las Palmas.
Kingsley brinda mucho positivismo aunque no todo ha sido color de rosa. Porque "un primo mío falleció en el mar, en un cayuco, mientras intentaba llegar a Europa. Fue un momento duro. Hubo otros, pero prefiero no comentarlos".

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