Tana, la verdadera estrella de Partidazo

M.B.

Tana Domínguez es el talento de la UD Las Palmas que menos ruido genera a su alrededor. Su nombre, otrora, era el más mencionado; ahora no se le rescata con tanto brillo como algunos compañeros que son aspirantes a recibir una llamada de Julen Lopetegui. Tana tiene que ganarse cada surco que deja en el equipo. En el Partidazo del sábado plagado de estrellas no fue el abucheado Cristiano Ronaldo, que ya comienza a tener una maldición personal en el Estadio de Gran Canaria, el hombre decisivo. No lo fueron tampoco Modric o Kross, ni siquiera los goles de Asensio y Benzema lo consiguieron. El hombre del partido fue un amarillo, pequeño pero jugón donde los hubiera: trabajador, inquieto y, sobre todo, imaginativo.

Porque las intervenciones del centrocampista grancanario fueron determinantes para un equipo como la UD Las Palmas, esta vez con menos presencia que en anteriores ocasiones en ataque, pero con una pegada de equipo grande. Suman ya los amarillos 14 goles en apenas seis partidos y esa cifra sólo está al alcance de conjuntos europeos o llamados a pelear por las nubes y no en los valles donde se resuelve la salvación.

Cada intervención de Tana en ataque tenía sentido para un bloque que se rebelaba a sentirse inferior, pese a la adversidad de dos tantos en contra. El primero de sus avisos llegó con marcador intacto, tras un buen pase de Viera que no logró rematar con solvencia. Pero Tana interpretó el carril hacia el área para mostrar una y otra vez que la mente a veces tiene mayor velocidad que las piernas. Casilla abortó el débil disparo. Pero el balón llevaba escritas las intenciones posteriores.

El inicio de la celebración del 1-1, con Jonathan Viera (C. Torres)

Hasta la visita del Real Madrid, los goles de Tana al Sevilla y a la Real Sociedad no habían servido para puntuar a Las Palmas. Decoró con ellos sendas derrotas, una menos justa que la otra. Sin embargo, esta vez no fue así. Si hay un vencedor individual en el partido ese es él. Marcó un gran gol, con una ejecución serena que no desnuda la dificultad de anotar entre tan buenos zagueros y portero. Primero acarició el balón centrado por Momo, para que el control del mismo no se alejara de sus botas. Y luego acomodó el cuero hacia su pierna izquierda para chutar con suavidad. Porque no siempre el balón potente es el bueno. Casilla no pudo impedir el 1-1 de tanto valor para los grancanarios.

Tana siguió en la batalla hasta el final, sin bajar el pistón a pesar de los obstáculos que parecieron condicionar el desenlace del partido. Y si el primer gol amarillo lo impregnó de belleza por el gesto técnico de la retención y el remate, en el segundo participó con garra, decisión y, también, atino. Fue corriendo a por un balón que parecía imposible. Lo colocó justo en la cabeza de Vicente para que el zurdo lo cediera a Araujo ... y el argentino hizo todo lo demás.

Tana es ahora el máximo realizador del equipo grancanario, con tres dianas. Y lo hace como siempre es él: en silencio. Cualquier día va a explotar y de su fútbol sencillo y eficiente se hablará mucho y de verdad.

Tana, en una ayuda defensiva durante la recta final del encuentro (C. Torres)