B.P.

Quique Setién ofreció a los alumnos del Centro de Enseñanzas Técnicas de la UD Las Palmas una serie de consejos relacionados con la profesión de entrenador y con los valores para tener éxito en los banquillos. A sus futuros colegas les pidió, en síntesis, que fueran fieles a una teoría propia de juego, que la aplicaran con decisión sobre futbolistas que son personas y que tengan buen gusto por buscar más allá del resultado. No dudó en situarse en las Antípodas del estilo Simeone al afirmar que "tenemos un compromiso no solo con la victoria, o con datos y números. Tenemos un compromiso con la gente. Cuando un equipo juega bien, agrada. Hay algunos que interpretan que jugar bien es pegarle para arriba, defender bien, ... lo que hace el Atlético de Madrid, que es muy respetable. Quizá si quiere estar al nivel de los otros dos (Real Madrid y Barcelona) tienen que hacer lo que hacen. Si tratara de jugar como el Barcelona, quizá no podrían. Pero entre la posibilidad de fichar a un buen jugador o a un mal jugador, os pido que tratéis de fichar siempre al buen jugador, aunque sea pequeñito pero si sabe qué hacer con el balón acabará dándonos muchas alegrías".

Su selectiva intervención en la noche del miércoles recorrió diversos aspectos del aprendizaje. Esto les dijo también:

Entrenador y personas

"La labor del entrenador es realmente complicada, no sólo por la capacidad para transmitir los conocimientos, sino porque al final tratamos con personas. Me acuerdo más del trato humano de los entrenadores de base que los posteriores"

El mejor consejo que le dieron

"Mi mejor entrenador me dio consejos que fueron muy positivos y me hicieron mejorar una barbaridad. Detalles como decirme que antes de que el balón me llegara lo que debo hacer es mirar hacia atrás. Y si no hay nadie, no necesitas pararlo. Deja correr el balón y acude tras él, observa el panorama y ya sabes dónde tendrás que jugarla. Ese detalle insignificante es importantísimo que los chavales lo sepan"

Evaluar al jugador

"Si un futbolista, que es como jugador un dos (calificación evaluativa) y acaba golpeando el balón con las dos piernas, será un tres; si juega de cabeza bien, cuatro; si es capaz de hacer buenos controles, será un cinco; si defiende bien, un seis; ... ese es el camino para hacer buenos futbolistas"

Soy hombre fiel a mis convicciones

"¿Qué es lo que me ha llevado a mí hasta aquí?. Evidentemente no fueron las cosas que aprendí en el curso (de entrenadores). Aunque sí aprendí de muchos profesores y compañeros. Yo siempre he sido fiel a una idea, soy un hombre de convicciones. Es por lo que el equipo esté jugando como ahora o como los seis años de Lugo, que son exactamente iguales a los que estamos haciendo aquí. Eso ha ocurrido porque estaba convencido de que esa es mi manera de interpretar el fútbol. Eso les puede ayudar en el futuro. Si el entrenador tiene claro lo que va a proponer, sea este estilo u otro, será más fácil conectar o convencer a los futbolistas. Si desde vuestra posición tenéis dudas ... y los jugadores te ven dudar, acabas no estando convencido tú mismo, acabas también transmitiéndolo a los propios jugadores donde cada uno es un mundo"

Aprender de los jugadores

"Es importante demostrar de verdad que uno tiene claro las cosas, que está capacitado para llevarlas adelante, que se puede aprender y servirse de los propios futbolistas para aprender. Cada uno tiene que marcarse un camino"

Los jugadores deben adaptarse al entrenador

"Cuando me han dicho que un entrenador se tiene que adaptar al estilo de los jugadores que tiene en el equipo, eso no lo he entendido nunca. Tienes 25 jugadores y cada uno piensa de una forma diferente. Los defensas siempre dirán que quieren estar protegidos, que eso de salir a defender a cuarenta metros de la zona defensiva ... Si les preguntan a los delanteros cuando los defensas despejan en largo se quejan de cómo parar los balones que vienen tan arriba o pelear en las segundas jugadas. Unos dirán una cosa y los otros también. Y poner de acuerdo a los jugadores es prácticamente imposible. Lo ideal es que los jugadores se adapten a la manera de ver del entrenador"

Empecé de cero en Las Palmas

Cuando llegué a Las Palmas partimos de cero a la hora de enfocar la propuesta. A todos les explicamos cómo íbamos a jugar. A los centrales les dijimos que al salir con el balón, avanzar y tratar de dividir, igual es un compromiso que te puede costar tomar decisiones o cometer errores. Pero le pedí voluntad para hacer las cosas. Si el defensa cuando sale no tiene opciones de pase, la culpa no será suya sino de los que están por delante que no se han colocado. A cada uno se les va exigiendo dónde se tienen colocar y cuándo llenar ese espacio, les explicamos conceptos que, cuando lo acaban entendiendo, todo es mucho más fácil. Y más en equipos como la Unión Deportiva. Ahora tenemos futbolistas que entienden el fútbol y lo comprenden muy rápido, son capaces de ejecutar las jugadas con mayor velocidad. Y poco a poco se van creando las situaciones desde atrás para jugar como ahora lo hacemos"