Joyas con derechos de Primera

El nuevo escenario de máxima categoría eleva a 90.000 euros por cada año la cuota de derechos de formación, en caso de que Las Palmas realice el primer contrato profesional a un jugador menor de 23 años y procedente de cualquier país extranjero

Manuel Borrego

Descubrir una nueva joya futbolística de otro país en edad inferior a los 23 años, traerlo a cualquier equipo del entorno UEFA y formalizar (con carácter obligatorio) su primer contrato profesional es el escenario más gravoso que FIFA ha regulado para los clubes de su asociación mundial. En esta tesitura ha estado durante los días más recientes la UD Las Palmas, con un intento frustrado de incorporar a los jugadores internacionales venezolanos Ronaldo Peña (18) y Francisco La Mantía (19). El alto valor de sus derechos de formación hizo inviable que ambos, de momento, puedan vestirse de amarillo. Insistimos en el término ‘de momento'.

La síntesis de cualquier operación la recoge FIFA en su tabla de costos de derechos de formación, que están vigentes desde 2013, para los clubes de las distintas asociaciones continentales. En agosto de 2015, la UD Las Palmas opera como entidad de Primera División y por ello, en casos similares a los de Peña y La Mantía, el club grancanario o cualquier otro de Primera en el mapa de UEFA, tendría que pagar "en los 30 días siguientes a la inscripción del futbolista" una cifra múltiple a 90.000 euros. Es decir: 90.000 por cada uno de los años en formación desde los 12 de edad hasta el instante de concretar su primera licencia como profesional. El destinatario de la indemnización sería el club/es formador/es (Caracas y Aragua).

La misma tabla de FIFA también regula que de haber sido la UD Las Palmas conjunto de Segunda División la cifra igualmente se multiplicaría por 60.000 euros (cada año formativo). En Segunda B, por 30.000 euros y a partir de Tercera, 10.000 euros por año.

Las cuantías bajan para los clubes de la Confederación Sudamericana: 50.000 dólares USA para los de máxima categoría, 30.000 dólares en segunda, 10.000 dólares y 2.000 dólares en tercera y cuarta. Sirvan éstos como ejemplo también.

Por qué los derechos

El concepto solidario de derecho de formación se dispara cuando la transmisión de un futbolista (en edad comprendida entre los 12 a los 23 años) se realiza de un país a otro. Incluso de Europa a Europa. En este reportaje nos centraremos en ese único escenario (transferencias internacionales) porque es el que se presenta insalvable en casos similares a los de los vinotintos Peña y La Mantía. Su casuística, no obstante, es amplia y cada caso requiere un análisis propio. De ahí que al tener todos los datos contrastados con la documentación remitida desde Venezuela, la UD Las Palmas tuviera que hacer el cálculo exacto -no el que evaluaron los representantes de los jugadores- antes de desestimar el pago de unos 600.000 euros por La Mantía y otra cantidad próxima (con plazo 30 mayo por la cesión) de Ronaldo Peña. De haberles fichado para su estructura ambos tendrían que haber tenido el alta con contratos profesionales, como ya dijimos.

En las transferencias nacionales en España, sin embargo, se reparten entre los clubes formadores los 52.000 euros correspondientes a la cuota de la primera licencia profesional en club de Primera, los 23.000 euros de un club de Segunda, 3.000 de Segunda B y resto de divisiones en 500 euros.

Los derechos de formación en las transmisiones de futbolistas de un país a otro los regula FIFA en 2012 en el Estatuto y Transferencias de Jugadores. La FIFA calcula con ellos los costos que "corresponden a la suma requerida para formar a un jugador durante un año, multiplicada por un "factor jugador", que es la relación entre el número de jugadores que deben formarse para producir un jugador profesional".

Son pagos ineludibles. La UD ya los cubrió en su día con el pase de un joven José Salomón Rondón (18) desde el Aragua, pero más tarde logró beneficios con las operaciones de traspaso (mecanismos de solidaridad incluidos) que ha sido objeto el ahora delantero de la Premier.

Se considera que se interrumpe una formación cuando un club formaliza el primer contrato profesional a un futbolista en edad inferior a los 23 años -fin general de esta etapa de proyección deportiva-. La cobertura de esos derechos se realiza entonces desde los 12 años de edad hasta el momento de ejecutarse la emisión de ese primer contrato profesional. La FIFA tiene previsto que, en caso de que no se pueda documentar la etapa formativa de un determinado futbolista, la entidad que se quede con los derechos de este jugador extranjero en las referidas condiciones tendría que abonar los derechos de formación a la Federación de la que procede, con lo cual siempre habrá que cubrir esas cantidades cuando el futbolista alcanza la etapa profesional en otro país.

Escapar de las redes de este reglamento parece imposible.

No en el caso de Nico González y Spas Delev

El caso del argentino Nicolás González, jugador que procede de Boca Juniors, es ajeno a los de La Mantía y Peña. Porque el xeneize ya llegaba a la UD Las Palmas con la edad superior a los 23 años (cumplidos en el transcurso de la temporada pasada) y había disfrutado de un primer convenio profesional en Argentina. La UD elude así cualquier pago por obligaciones de formación en este jugador. También ocurriría en casos similares cuando no se produce un traspaso pactado entre clubes, por supuesto.

En el club grancanario ya se planteó una situación de posible litigio hace dos temporadas, al incorporar a Spas Delev. Branko Milovanovic había propuesto su nombre meses antes, en el mercado de inverno anterior, pero la entidad entonces tenía que cubrir unas cantidades solidarias al CSK de Sofía por formación de un futbolista que aún no había rebasado los 23 años de edad. La eludió esperando apenas unos meses cuando la frontera de la edad no fue ya obstáculo con el búlgaro.

La conclusión de todo lo expuesto está en el origen de la decisión que, de momento, impide a La Mantía y Ronaldo Peña jugar con la UD Las Palmas. Los jugadores regresan a Venezuela a partir de este miércoles mientras el club grancanario también actualiza su maquinaria de búsqueda de futuros talentos y nuevos caminos por los que llegar a ellos. Pero no por la vía de hacerles un contrato profesional y cubrir unos derechos formativos que también se rigen por conceptos de pagos de Primera División.