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1959: UD-Levante, a vida o muerte

Felo Batista nos recuerda el marcaje que le realizó en Valencia a la figura de la época, el holandés Wilkes, en una eliminatoria de promoción en que los amarillos y granotas se jugaban una plaza en Primera. Se la quedó Las Palmas

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  • 25/08/2015 - 09:47

Manuel Borrego

El momento cumbre en los enfrentamientos entre la UD Las Palmas y el Levante, histórico segundo equipo de la provincia de Valencia, llegó en mayo de 1959 cuando ambos conjuntos echaron un pulso "a vida o muerte" para resolver una plaza en la Primera División del fútbol español. El representativo grancanario lo hacía como militante de la máxima categoría, en un año en el que fue décimo cuarto (descendieron directamente Sporting y Celta) mientras los granotas llegaban al cruce como uno de los candidatos de la Segunda División. Las Palmas se salvó tras una doble batalla: 1-2 y 1-1.

"Aquellos partidos fueron tremendos". Así nos lo sintetiza Felo Batista, el jugador grancanario que tuvo una especial participación en la ida porque el técnico Jesús Navarro Mazzoti (dentista de profesión y sustituto de Baltasar Albéniz en la campaña) le asignó una misión crucial en el partido disputado en el Estadio de Vallejo, anterior recinto levantinista. "Me dijo que tenía que marcar al holandés Wilkes, que era la figura del Levante, y que no le dejara tocar el balón. Aquella tarde lo sequé, me salió un partido completo salvo que terminé lesionado".

Faas Wilkes era el fichaje estrella del Levante y, posiblemente, uno de los más mediáticos de aquella Segunda División. Había jugado antes en el Inter de Milán (campeón de Liga), Torino y Valencia (campeón de Copa), por lo que el club azulgrana le había contratado exclusivamente aquella temporada para llevar al Levante por primera vez a la máxima categoría.

"Era un jugador muy peligroso, por su agilidad para el regate y velocidad. Cuando fuimos a Valencia nos encontramos el campo lleno y un ambiente festivo en toda la ciudad, volcado con el Levante. Era época de Las Fallas" y Las Palmas aparecía propicia para una hoguera deportiva.

1-2 para empezar

Pero allí el equipo grancanario no se asustó y logró imponerse por 1-2 con los goles de De Mola y Larraz. "Fue un partido muy duro; los dos de la eliminatoria lo fueron. El Levante tenía un equipazo, pero nosotros también. Las Palmas se había confeccionado como siempre, con jugadores canarios y los refuerzos sudamericanos que habían venido. Sin embargo la temporada no salió bien y nos metimos atrás. Por fortuna se pudo solucionar".

No sin antes en otro apasionante encuentro de salvación, en el Estadio Insular, donde se produjo empate. Se adelantó el Levante, que había igualado la eliminatoria, hasta que en la segunda parte llegó el gol del siempre oportuno Macario y todo terminó como esperaba la Unión Deportiva.

Una prima de 15.000 pesetas

"Lo celebramos muchísimo. Recuerdo que al terminar el segundo partido entró al vestuario Eufemiano Fuentes -en segunda etapa en la directiva del club- y concedió a todos los jugadores una prima de quince pesetas. Con ese dinero, en aquella época, se podía comprar un solar en Las Canteras (hipérbole) ... Pasó el tiempo y como no lo cobraba un día salió el asunto y Manolo Torres me comentó que la había recibido ya, que había sido el primero. Con aquel dineral, que recibí meses después, resolví un montón de asuntos económicos".

Las dos alineaciones que ofreció en esos dos encuentros la UD Las Palmas fueron:

1-2 en Valencia, el 10 de mayo de 1959: Pepín, Pantaleón, Beltrán, Marcial, Torres, Villar, Parodi, De Mola, Felo, Larraz y Macario

1-1 en el Insular, el 17 de mayo de 1959: Pepín, Pantaleón, Beltrán, Marcial, Torres, Villar, Larraz, Parodi, De Mola, Naranjo y Macario.

En ambas formaciones no estuvo la gran figura de los amarillos, Alfonso Silva -que había regresado en 1956 a la isla tras su brillante etapa en el Atlético de Madrid-. Su último partido oficial fue de Copa, el 26 de abril de ese año, con victoria 2-1 sobre el Celta. Silva terminaba su ciclo como jugador en España con esa salvación de la UD Las Palmas, en las gradas, emprendiendo luego una viaje a Suiza alejándose décadas de su localidad natal.

"Yo era muy joven. Me había especializado también en los marcajes aunque también subía al ataque y hacía goles". Un año después, Felo estaba en el Real Madrid, traspasado por la UD Las Palmas tras un espionaje en el que "fueron a ver a Amancio y me vieron a mí", comenta orgulloso de haber contribuido a una difícil salvación de los amarillos ante un Levante que no logró exhibir todo su potencial.

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