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PEDRO VERDE

"Cuando llegué, Las Palmas era una mezcla entre Boca y River"

El sexto argentino de los setenta habla para Tinta Amarilla admitiendo que en su época "había que matarse" porque "se me cayeron todos los conceptos a pesar de que venía de un Estudiantes tres veces campeón de la Libertadores"

  • GENTE CON DUENDE
  • 10/06/2015 - 11:35

Manuel Borrego

Y en esto apareció Pedro Verde Erbeta (La Pampa, 12 de marzo de 1949). Hacía varios lustros años que el ex jugador de la UD Las Palmas, uno de los seis argentinos que llegaron a estar juntos en la plantilla en la década de los setenta, no visitaba Gran Canaria. Y se perdía en el tiempo la vez que abrazó a sus ex compañeros. Tinta Amarilla fue el medio informativo testigo de ello y a quien concedió una entrevista para andar de aquella etapa de máxima altura. La inicia Verde con una definición notable de lo que llegó a ser el conjunto representativo grancanario. "Yo venía de Estudiantes de la Plata ... y cuando llegué a la isla se me cayeron todos los conceptos. Porque me di cuenta que Las Palmas era una mezcla entre el estilo de Boca Juniors y el de River Plate. Había que pelear y había mucha clase en esta plantilla. Por eso supe desde el primer momento que iba a ser complicado hacerme un puesto en cada partido".

Impresionante comienzo de Verde, que llegó a Arucas este martes de la mano de su compatriota y amigo Teodoro Fernández. Amablemente nos atendió y posó para nuestra gráfico C. Torres con el trío albiceleste (también estaba Carnevali) frente a la imagen mural de Tonono Afonso. "Este fue un futbolista único", recalcó.

Teodoro Fernández hace las presentaciones para la entrevista de Pedro Verde con Tinta Amarilla (C. Torres)

Verde dejó en su hoja de servicios de la UD Las Palmas 47 partidos oficiales (42 de Liga en Primera División) repartidos entre las temporadas 1973/74, 1975-76 y 1976-77, antes de militar dos años en el Hércules de Primera, entre 1977 y 1979. Nunca se fue porque reside en el Sur de Tenerife donde, además, se vincula con el fútbol base de la isla hermana.

Así son sus valoraciones en el momento del reencuentro con los colores que no olvida.

Yo venía de Estudiantes

"Yo venía de Estudiantes de La Plata, después de haber ganado el equipo tres Copas Libertadores de América. Me tocó por fin ser titular con Zubeldía, en la última de esas etapas, cuando ya Bilardo pintaba como entrenador. De hecho yo jugué dos veces con él. Venía de un grande y cuando llegué a la isla se me cayeron todos los conceptos. Porque de inmediato me di cuenta de que Las Palmas era una mezcla de estilos entre Boca Juniors y River Plate. Había que pelear y había mucha clase en esta plantilla. Por eso supe desde el primer momento que iba a ser complicado hacerme un puesto en cada partido"

Había que matarse para jugar

"Cuando llegué a Las Palmas no llegué a un equipo cualquiera. Había futbolistas de tanta calidad que casi podría decir que me daba vergüenza jugar con ellos. Había que matarse para jugar en Las Palmas porque, con ellos, no parecía tener posibilidades para actuar. ¿Cómo no iba a ser difícil ...? Hacía poco habían jugado la UEFA, venían de salir de segundos y terceros, de grandes campañas. Desde el primer entrenamiento, cuando se puso a mi lado (para marcarle) Martín Marrero ya me percaté que no me iban a regalar nada. Pepe Juan llegaba, Felipe que salía y mira dónde llegó luego; a Quique Wolff le trajeron y sustituyó a Tonono ... también nos dio un ejemplo, tantas cosas bonitas"

La UD es un canto a mi vida

"Estuve hace doce o trece años un par de veces aquí, pero para resolver documentación de mis hijos. Pero muchísimas veces quería estar en cada uno de los homenajes que recibían los muchachos, homenajes merecidísimos, pero no se daba. Estuve en aquella época en Las Palmas y me fui al Hércules después de las lesiones que tuve, pero nunca me fui de aquí. La Unión Deportiva es un canto a mi vida; mis hijos nacieron a mí. Venir es una carga emocional que la llevo conmigo. Aunque no he venido estoy con el corazón en Gran Canaria"

A la derecha, Verde saluda a José Hernández, autor de la biografía de Tonono Afonso (C. Torres)

Tonono dejó un legado

"Tonono era único. Le conocí en su sprint final. Fue un ejemplo viviente entonces, para los que estaban y para los que llegábamos. Tonono era el primero en llegar al vestuario, en salir a calentar, el primero en recuperarse, en partirse la cara, ... jamás dejó nada. Los chicos siguieron su huella, sentían que ese era el camino. Es algo así como lo que vemos con Iniesta o Xavi Hernández. Los que sigan ese camino no se van a equivocar, porque es el bueno. Eso dejó como legado Tonono en Las Palmas. A los chiquitos de doce años le tiran un micrófono y ya saben expresarse como ellos hoy en día"

La palabra es impecable, un fórmula uno

"La palabra que define a Tonono como jugador es impecable; él era perfecto. Era como un fórmula uno, por aerodinámica. Tenía la altura justa, la mente justa, la musculatura, ... todo era perfecto para la misión que desempeñaba. Por eso cuando vemos en internet todas esas opiniones que existen sobre él tiene una explicación también en su estructura física y su personalidad"

El regalo del 4-0

"Mi mejor recuerdo de Las Palmas es el 4-0 al Real Madrid, que le dedicaron los compañeros a Tonono (se emociona Verde). Este era un monstruo. Se lo merecía. Fue un partidazo. También cuando le ganamos 3-1 al Barcelona marqué un gol metiendo la uña del pie ... emocionante, muy bonito"

Un petardo a Arconada

"El gol que más recuerdo, el mejor de todos, fue a la Real Sociedad (29 de mayo de 1976), en Copa. ¡Vaya petardo te salió, con la zurda!, me dijo Jesús García Panasco. El portero era Arconada creo. Fue un disparo desde la mitad de la cancha se le coló, un golazo. Fue el partido con Heriberto Herrera. Yo bromeo siempre con ese gol, porque me molestaba el que estaba al lado y le pegué al balón (3-1 victoria amarilla)"

Un club gran por dentro

"En aquella época también sufrimos como equipo, teníamos que luchar por la permanencia. Y además yo tuve la desgracia de estar dos años lesionado. Y entonces vi también que Las Palmas por dentro era un club grande. Por todo el cariño y afecto que recibí de los dirigentes me hizo seguir para recuperarme. Tuve una lesión en abductores porque enganché al venir la Liga argentina con la española. No tuve descanso y me pasó factura. Sin embargo, Las Palmas tuvo paciencia a pesar de que al principio me costó siete meses sin jugar. El doctor Tomé, Jesús García Panasco, el presidente Atilio Ley, ... toda la gente fueron extraordinaria conmigo, estuvieron muy atentos a mí cuando me operé en Barcelona. Las Palmas brillaba en el campo y también brillaba por dentro. No solo los que llevaban la camiseta. El mejor médico, la hospitalización, lo que haga falta, ... el club siempre decía que sí"

La noche de los seis argentinos

"Tengo tres ligamentos de nylon en la pierna derecha, me la rompí jugando contra el Hércules la noche en que estábamos los seis argentinos, fue el único partido juntos. Morete, con el correr de los años, me decía ¿dónde está el nuclear?. Lo dijo porque tenía que sacar agallas por mi superación para salir adelante. No es como ahora, que te rompes un cruzado y apenas unos meses estas jugando otra vez. Antes era casi la retirada. Un menisco solo era toda una historia. No es lo que se ve ahora"

Los seis argentinos de la UD Las Palmas, coincidentes en la temporada 76-77: Fernández, Brindisi, Wolff, Morete, Carnevali y Pedro Verde

Fotos: C. Torres y archivo de Norberto Rodríguez

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