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ALBERTO MOLINA

"Aún no ha nacido en Canarias un nuevo Tonono"

El zaguero grancanario, jugador que más veces ha defendido la camiseta del CD Tenerife (371), rememora la figura de "mi maestro profesional" cuando se se acerca el cuadragésimo aniversario de la muerte del internacional aruquense

  • TONONO: 40 AÑOS DESPUÉS
  • 28/02/2015 - 18:18

Manuel Borrego

Alberto Molina fue el gran capitán del CD Tenerife a través de su historia. En el pasado octubre, el zaguero central grancanario recibió un homenaje popular en reconocimiento a su hoja de servicios, donde se contempla la cifra de 371 encuentros oficiales como jugador que más veces ha defendido la camiseta blanquiazul. Molina está de nuevo en Gran Canaria para acudir al derbi en un año en el que, además, se cumplirá el cuadragésimo aniversario de la muerte de un defensa con el que compartió derbis canarios de leyenda: Tonono. Los dos están eternamente unidos por una colección de lazos y por la rivalidad que este fin de semana invadirá el Estadio de Gran Canaria.

Molina recuerda para Tinta Amarilla esa figura aruquense que está en el universo isleño de nuestro deporte. "Tonono; ¡cuarenta años!. Él fue mi maestro. Fue un futbolista extraordinario pero creo que se valora menos la vocación que tenía de enseñar, de ayudar a los compañeros. Cuando yo estaba en filiales de la Unión Deportiva él procuró que yo siguiera sus pasos. Me enseñó a estar en el campo, a colocarme, a dirigir a los compañeros desde atrás, desde la defensa. Fue mi guía".

Muy técnico, contundente y completo

Alberto era uno de los valores con mayor proyección de la cantera de la UD Las Palmas, apenas diez años después de la fundación del club. Tenía por delante un futuro complicado entre los amarillos, pero que se convirtió en reluciente en el club que ya era máximo rival de los grancanarios. "En aquel equipo de la Unión Deportiva había muchos jugadores con capacidad para impartir magisterio futbolístico. ¡Qué puedo decir de Germán!. Más de lo mismo. Y Juan Guedes", ... cuando esos nombres brotan en sus labios, el gesto se entristece por añoranza. "Pero no ha nacido en Canarias un nuevo Tonono. Fue un jugador irrepetible. No solo hablo de su personalidad en un grupo deportivo, también me refiero a su calidad como jugador, el sentido de la anticipación, que era una de sus grandes virtudes, e incluso la dureza. Porque Tonono, siendo un jugador muy técnico, era también contundente, que no tiene que ver con la brutalidad. Era defensa en todo, completo, siempre mirando por el bien del equipo".

"Todo Tonono me entusiasmaba, le seguía. Su colocación en el campo era siempre la mejor. Todo lo que me enseñó lo empleé en el Tenerife. No era difícil quitarle la titularidad, era imposible. Conocía todos los trucos. Siempre subrayaba que nunca debía de confiarme con lo que hiciera, ni con el tipo de marcaje que realizaba. Me decía que tenía que procurarme como profesional que la gente siempre hablara de mi, para demostrar la valía. Me dijo que los marcajes habían hacerlos de costado al delantero, para evitar que le sorprendieran por detrás. Yo soy partidario de ello y así seguí sus pasos. Aprendí todo, también las picardías en el campo, para desestabilizar a los delanteros. Él era más joven, pero fue mi maestro", insiste quizá una de las personas más cualificadas para hablar de la leyenda aruquense.

Dos grandes centrales, militantes con los escudos de UD Las Palmas y CD Tenerife: el internacional Felipe Martín y Alberto Molina (C. Torres)

La desaparición del zaguero internacional, el 9 de junio de 1975, causó un gran impacto. Por supuesto en él: "En su momento no me enteré cómo se produjo su muerte de esa forma tan rápida. La lloramos todos. En el caso de Guedes, sabíamos que estaba enfermo. Pero no en el asunto de Tonono. Cuando se produjo su muerte no estábamos en la isla, nos cogió de sorpresa. Incluso en las semanas anteriores pasé por Las Palmas y fui a un entrenamiento. Nos saludamos, como siempre, pero no se me pasó por la cabeza lo que iba a ocurrir. Fue una gran pérdida".

Eran ídolos del Estadio Insular y del Rodríguez López, respectivamente. "Que nos comparasen con Beckenbauer en Canarias era un honor, algo lejano en mi caso. Cuando me inicié en la UD Las Palmas estaba él (Tonono) y sabía que detrás esperaban César Nelly, Ardura, ... muy buenos defensas de la época. Creí que era muy complicado triunfar en la Unión Deportiva y por ello acepté ir al CD Tenerife. Sin embargo", añade, "a los dos años de irme hubo una renovación en el club y fue cuando se produjo una renovación de la plantilla con el ascenso de los Castellano, León y la gente de los filiales. Yo ya estaba en Tenerife".

371 veces blanquiazul

"Me siento afortunado como deportista. Porque mi homenaje se ha producido en vida. Lo he disfrutado muy intensamente". Molina fue un emigrante cercano en una tierra donde "caí de pie. La gente del Tenerife me quiere muchísimo. Me han ayudado desde el primer momento, en todo. Me siento en deuda con ellos porque fueron para mi muy importantes".

Sus 13 temporadas en el club vecino, entre 1963 a 1976, le otorgaron la oportunidad de vivir sus propios derbis desde el otro lado. Y, por supuesto, Tonono por el camino. "Fuimos capitanes de Las Palmas y Tenerife. En Santa Cruz aún me acuerdo el del empate de Juan Luis, en el minuto 91, para el 1-1. Aquellos derbis eran muy pasionales, como ahora. Pero se diferenciaban en una cosa: no hay mala uva en las gradas. Las dos aficiones se tenían cariño, cada uno defendiendo a su equipo, pero no las cosas que se han visto en la actualidad. Era complemente distintos a los de ahora, donde predomina incluso el insulto, la rabia, ... La buena esencia no la podemos perder. Ahora bien, como todos los derbis, el que perdía lo pasaba muy mal durante la semana".

De aquellos partidos de rivalidad le queda un apunte quizá insólito entre los protagonistas de ambas plantillas. Molina se perdió los cuatro encuentros de la eliminatoria de 1964-65, que se resolvió por la mínima en el segundo desempate para la UD Las Palmas. "Claro que lo recuerdo. No pude jugar ... porque estaba en el Cuartel, en Hoya Fría, y no me dieron permiso militar para poderlos disputar con el Tenerife. Así eran antes las cosas".

 

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