Osasuna rozó la alineación indebida durante el partido

Acabó con el mínimo de licencias profesionales (7), con el riesgo de una expulsión que le hiciera incurrir en una derrota administrativa por 3-0

M.B.

El CA Osasuna, primer vencedor esta temporada en el Estadio de Gran Canaria, rozó la posibilidad de una alineación indebida en los últimos minutos del encuentro disputado en el Estadio de Gran Canaria este pasado domingo. El conjunto de Jan Urban, tras los cambios habidos y la expulsión de su capitán Miguel Flaño, acabó el encuentro con el mínimo de licencias profesionales reglamentarias: 7. Pero de haber sufrido, por ejemplo, una nueva expulsión en otro de sus profesionales, el partido se había resuelto por la vía administrativa 3-0 para la UD Las Palmas.

El reglamento de la Real Federación Española de Fútbol es claro y dice al respecto que "para poder comenzar un partido cada uno de los equipos deberá intervenir, al menos, con siete futbolistas de los que conforman la plantilla de la categoría en que militan, siempre que tal anomalía no sea consecuencia de la voluntad del club sino que esté motivada por razones de fuerza mayor. Si no concurriera dicha causa o, en cualquier caso, si el número fuera inferior, al club que así proceda se le tendrá como incomparecido.

Una vez iniciado el partido, los equipos deberán estar integrados, durante todo el desarrollo del mismo, por siete futbolistas, al menos, de los que conforman la plantilla de la categoría en que militan".

Así comenzó; así terminó

Osasuna comenzó el partido del Gran Canaria con 9 licencias profesionales de su plantilla y los jugadores del filial David García y Mikel Merino, este último autor del segundo tanto (1-2). En el transcurso del juego, añadió un nuevo futbolista del filial (Olavide) por un jugador profesional (Cedrick) y alteró a dos jugadores con licencias del Osasuna Promesas: Kodro por Merino. El último cambio fue profesional por profesional: Echaide por De las Cuevas.

Sin embargo, al producirse en el minuto 75 la tarjeta roja a Flaño, el equipo de Urban quedó en los mínimos con esos siete profesionales en el campo: Santamaría, Sisi, Cadamuro, Echaide, Raoul, Torres y Nino, además de los jugadores del filial David García, Kodro y Olavide.

El reglamento de la RFEF, en este sentido añade lo siguiente: "Si una vez comenzado el juego, en su caso, uno de los contendientes quedase con un número de futbolistas inferior a siete, el árbitro acordará la suspensión del partido". Y "si tal reducción de un equipo a menos de siete futbolistas hubiera sido motivada por expulsiones, el partido se resolverá a favor del oponente por el tanteo de tres goles a cero; salvo que éste hubiera obtenido, en el tiempo jugado hasta la suspensión, un resultado más favorable, en cuyo supuesto éste será el válido".

Urban se la jugó y, con el 1-2 y sin más novedades en el frente, salió airoso del Gran Canaria.