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Carlos Santana, el Pollo de la Humildad

El juvenil del Tinamar es un futuro puntal en estado puro que ya tiene luz propia en la Superliga grancanaria. "Quiero llegar a lo máximo en lucha canaria. No entiendo a los seniors que se ponen contentos cuando les bajan de categoría", admite

  • GENTE CON DUENDE
  • 08/11/2014 - 13:53

Manuel Borrego

En los próximos años, quizá antes, Carlos Santana (27 marzo de 1997, Cruce de Arinaga) ocupará amplios espacios de información de lucha canaria. Porque está llamado a ser, por sus condiciones atléticas y evolución técnica, uno de los importantes de las próximas generaciones de puntales. Aún hoy es un aprendiz de líder en estado puro, un alumno aventajado que en su segundo año como juvenil -lo seguirá siendo hasta 2016- ya ha sido capaz de separarse una vez con un puntal C entre bastidores (Jonay Alemán, rebajado esta temporada a destacado A), enviar a la arena una vez a otro (Joan Lajo) e ir cabeza con cabeza hasta resolución de ojo de halcón con el espectacular Pollo de la Candelaria. Santana es una de las sensaciones del CL Tinamar, la primera silla que entra en escena para roer los marcadores.

Las fronteras deportivas de Carlitos son desconocidas. Y su mente, limpia. "¿Mi meta personal?", responde en entrevista a Tinta Amarilla. "Quiero llegar lo más lejos posible, la mayor categoría de puntal que pueda alcanzar. Voy a trabajar duro para ello. En mi cabeza no entra lo que ocurre con muchos luchadores seniors que se ponen contentos cuando les bajan de categoría. Es algo que no logro entender porque en la competición siempre hay que aspirar al máximo tanto en lo colectivo como en lo individual".

Carlos, estudiante de segundo curso de Bachillerato, ha desarrollado toda su vida en el entorno del Cruce de Arinaga y del CL Roque Nublo. Pisó la arena por primera vez hace seis años. "Por favor, no deje atrás a todos los entrenadores que me han ayudado hasta hoy. Apunte: Manolín Acosta en las escuelas, Guanhabén Vega en cadetes, Vicente Alonso padre en juveniles y Fernandín Ramírez en los seniors de Roque Nublo. ¡Ah!. Y Gabriel Ramírez, Pollo del Molino, nuestro seleccionador. Espectacular persona. Nos rapeaba con sus canciones en la guagua para animar a los luchadores y quitarnos presión en los campeonatos regionales".

El juvenil del equipo de San Mateo es la primera referencia de su categoría en la relación de tumbadores de la Superliga de Gran Canaria, donde su equipo se ha situado a la estela del Almogarén. "Esta competición está muy igualada. Empezó mal para nosotros porque perdimos contra el Almogarén y luego no pasamos del empate con el Castro. Pero ahora todo está en orden. El equipo va viento en popa en las últimas jornadas. Yo apostaría por el Tinamar como finalista", agrega con seguridad. "Además, nuestras luchadas están resultando atractivas, dando espectáculo desde el inicio, como pasó el otro día en Ingenio. ¿El otro finalista?. El mejor equipo ahora es el Almogarén. Juan Espino es Juan Espino; pero no hay nada seguro y esto puede cambiar mucho. También en la final".

Carlos Santana sale a la arena tras recibir las instrucciones del mandador del Tinamar, Juan Coruña (C. Torres)

"Lloré cuando me dijeron que el Roque Nublo salía en Tercera"

La moral va in crescendo en el único equipo Primera del centro de Gran Canaria, ya que el resto son del Sureste, de Valsequillo y de la capital. Carlos procede del Roque Nublo, club que tiene un vínculo muy arraigado en su familia. Su hermano Alberto es el nuevo presidente de la entidad; el benjamín de la casa, Raúl, está en categoría cadete aún. La noticia más dura de su vida deportiva la recibió apenas hace tres meses. "Lloré cuando me dijeron que el Roque Nublo salía en Tercera. No me lo podía creer en aquel momento. Fue muy duro para mí, porque además mi hermano pasaba a ser presidente del club y yo no podía entender cómo no estaría allí para ayudarle".

Fue para él una noticia de impacto, porque albergaba la posibilidad de seguir en el club que reside apenas a "dos minutos de mi casa. Pero yo no podía seguir en esa otra categoría. Incluso en juveniles, el año pasado apenas participé en un par de luchadas. Roque Nublo fue campeón dejando a seis en el marcador al Adargoma. Ahora he comprendido todo y, de alguna manera, salir de allí esta temporada me ha beneficiado mucho. Pero no descarto que algún día volveré".

A la derecha, en su reciente etapa con el Roque Nublo, club en el que se formó como luchador (C. Torres)


"Me siento como en una nube en San Mateo"

El beneficio al que se refiere, con su 1.92 de estatura y 110 kilos de peso en báscula -y aún en formación-, es técnico y también humano. "He tenido la suerte de venir a un club donde me tratan de forma espectacular. Todo en Tinamar es cariño hacia los luchadores; eso nos hace más fuertes y mejores. Ahora me siento como en una nube en San Mateo donde me tratan como a un rey. Tengo que admitirlo: Yo quería estar en un equipo de Primera pero, además, aquí me dan la oportunidad de progresar. Por ejemplo, estoy mejorando mi cadera, que el año pasado practicaba pero no era del todo ortodoxa. Estoy ampliando mi repertorio de mañas: toque p'atrás, pardeleras, ganchillos, tobillo, ... Le debo mucho y escucho a Juan Coruña. Estas mejoras me hacen ser más competitivo y sorpresivo para mis rivales".

Esa parte del proceso es la que ya se refleja en las luchadas de esta temporada donde Carlos ha dejado de ser el juvenil que abre las noches a convertirse en "¡cuidado, hay que frenarle!". Incluso su participación en la categoría por edad está siendo ahora más determinante pues "he tenido que salir a tirar a once rivales esta temporada dos veces, frente a Adargoma y Castro Morales. En San Mateo no tengo tiempo para aburrirme".

"Néstor Mejías es un señor en los terreros: jamás protesta"

Carlos también se fija en detalles que le han de mejorar como persona. Nos da sus apuntes referenciales: "Admiro a muchos luchadores y a puntales, pero si he de fijarme en cosas para aprender señalo a mi compañero Néstor Mejías, porque es un señor en los terreros: jamás protesta, sea cual sea el desenlace de la luchada. Me he fijado en él y quiero ser también así, aunque comprendo que por los nervios muchas veces los banquillos se descontrolan y se dicen cosas".

Pone como icono deportivo a Arasahi Tejera, al que considera uno de los luchadores de la Liga. "Lo que hizo contra el Arinaga, dejando atrás a siete rivales, fue espectacular. Eso es fruto del trabajo y de su seriedad. Arasahi, y toda la familia Tejera, es un ejemplo. Es el primer luchador que llega para entrenar y el último en salir. Hablo de los luchadores que conozco personalmente y con los que he podido compartir equipo".

A la izquierda, Santana en categoría cadete, cuando se fracturó la clavícula siempre bregador del Cruce de Arinaga (C. Torres)

Carlos Santana, a tan temprana etapa deportiva, es uno de los protagonistas del campeonato insular de Gran Canaria que lleva una luz propia cada día más apreciable. "Con el tema del peso estoy tranquilo, porque todavía me sobran veinte kilos" dice entre bromas el gigantón del Cruce, que aún no ha captado el apodo que llevará algún día a cuestas. Sin embargo, el emblemático dirigente del Roque Nublo, Antonio Guedes, hizo diana en una ocasión cuando, tras una luchada en Tejeda, bautizó a Carlos como el Pollo de la Humildad. "Lo dijo una vez y ahí quedó". Guedes no estaba desencaminado y el tiempo se empeñará en darle la razón.


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