El líder irreconocible

Los amarillos no supieron interpretar las señales del partido y extraviaron el estilo que les había llevado en el liderato. Es la primera derrota desde el pasado 31 de mayo

M.B.

La UD Las Palmas fue un equipo irreconocible este domingo en el Heliodoro. La aparición del que ha sido equipo líder de la categoría en el derbi fue un fogonazo, un flash de apenas quince minutos. En ese periodo tan breve le dio tiempo a fabricar una gran jugada entre su triángulo letal y ponerse por delante en el marcador. Pero todo lo que ocurrió desde entonces reflejó el caos del que deben huir los amarillos.

La peor señal del partido fue la esclavitud sufrida por Sergio Araujo frente a los zagueros tinerfeños. Su marcaje fue obsesivo. Lograron dejarle como una referencia lejana y sin compañía en la vanguardia de Las Palmas. Las aproximaciones aliadas llegaban por parte de Momo y Nauzet, pero el centro del campo grancanario no tuvo ovación de pisar área, de tener el balón y aparecer luego por sorpresa. El entrenador Paco Herrera lo sintetizó con un mensaje ilustrativo: "cortar y jugar hacia atrás; esa no es nuestra identidad".

A la derecha, Hernán y David Simón en el encuentro de este domingo en el Heliodoro (Mykel)

A nivel defensivo, Las Palmas permitió mucho al Tenerife. Su línea última se retrasó en demasía y durante el primer tiempo, Suso sacó una gran tajada por la banda derecha del ataque blanquiazul. Lograba desbordar a Ángel y meter balones peligrosos. En ese estilo de fútbol, los amarillos no lucen y cualquier error puede dar al traste todo el trabajo. Además, otra vez se volvió a apreciar los problemas a balón parado en las acciones defensivas. En el sexto corner llegó el tanto del empate. Antes y después, problemas y muy serios para defender la estrategia.

También, a título individual, el equipo deslució. David Simón no logró ofrecer en el derbi la profundidad que proporciona en la banda derecha. Roque Mesa y Hernán eligieron en exceso muchos balones horizontales, con algunas pérdidas relevantes. Los zagueros tuvieron que multiplicarse para evitar que el desastre fuera mayor.

Nada que reprochar en actitud en el campo; sí, en cambio, la pérdida de imaginación de un equipo que llegó líder al Heliodoro y sale de él con algunos interrogantes. Los rivales pueden haber aprendido u observado la cara oculta de la luna grancanaria; toca ahora mover piezas porque llegan partidos tan o más valiosos que el derbi.

A la izquierda, Roque cae en una pérdida de balón grancanaria (Mykel)

 

Las Palmas suma su primera derrota desde que el 31 de mayo pasado perdiera 2-0 en Mallorca, en el debut de Josico Moreno tras relevar a Lobera.