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Un desembarco de Caballero

El elegido nuevo presidente explica a Tinta Amarilla su libro de ruta para los cuatro años de su actuación en la Federación Insular de Gran Canaria

Objetivos iniciales: el regreso del deporte vernáculo a las escuelas, una Liga en Gran Canaria con 9 o 10 equipos con puntales C, reciclaje periódico de todos los estamentos y competición femenina en todas las categorías

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  • 29/11/2012 - 14:09

Manuel Borrego

El relevo presidencial en la Federación Insular de Lucha canaria ya está en proceso. José Antonio Caballero Hernández, junto a su vicepresidente Argeo Peña, estuvo este jueves en la nueva sede federativa del Estadio de Gran Canaria, donde el presidente saliente, Norberto González Mencara, ejerció como anfitrión para diseñar la distribución de la residencia administrativa. Hasta la segunda quincena de diciembre no se producirá la toma de posesión del nuevo titular de la organización grancanaria, que tiene definido cuál es el principal objetivo de este cuatrienio que a punto está de comenzar: "Queremos que la lucha canaria se instale de nuevo en sus raíces. El acuerdo con la Consejería de Educación es fundamental para que la lucha regrese a los colegios de la isla, en todos los municipios. Sólo con ese paso podemos darnos con un canto en el pecho. Luego toca buscar financiación y todos los pequeños detalles que involucrarán a las personas en nuestro deporte".

Caballero, sereno y con apuntes claros en su hoja de ruta, comprende que las competiciones futuras en Gran Canaria han de confeccionarse en función de la dotación luchística actual. Aboga, en consecuencia, por "diseñar la mejor competición que podemos ofrecer a nuestros aficionados. Y esa es una que presente la mayor cantidad de equipos, nueve o diez, con puntales C. Es competición de Primera, distinta a la que se disputa en Tenerife, pero creo que con ella habría una reacción en las gradas de los terreros".

La idea está aún en sus orígenes. El nuevo presidente entiende que "debemos plantearnos una Liga para todos los equipos, no que esté condicionada por un conjunto. Hablé con Pepe Gómez -directivo con rango del Almogarén- para plantearle la posibilidad de que el club de Valsequillo, con un puntal A como es Juan Espino Trota, pueda participar en una competición donde los rivales estén a su altura. Es decir: los jueves o viernes en Gran Canaria sin Juan; los sábados o domingos frente a los equipos de la Liga de Tenerife. Eso sería un incentivo para los restantes clubes de nuestra isla, un incentivo para el propio Almogarén y creo que también un aliciente para los de Tenerife, que deben dar su conformidad". Añade Caballero que "esta idea podríamos plasmarla en las próximas competiciones. Porque, además, económicamente sería beneficiosa para Almogarén puesto que las luchadas contra los clubes de Tenerife cubrirían todas las necesidades. Esta apuesta que planteo nos daría una competición en Gran Canaria que sería un escándalo en cuanto a su atractivo".

"NO A LOS LUCHADORES SIN EQUIPO"

"Como luchador que fui en su momento (Estrella y Maspalomas) me duele que queden deportistas en las gradas porque no tienen cabida en los equipos. Eso es un lujo que no nos podemos permitir, como que ha podido ser esta temporada el caso de Moisés Pérez", comenta Caballero. "También ha sido responsabilidad de los equipos que ahora están en Tercera, que han podido apostar un poquito más por entrar en una competición mejor".

Con respecto a esta última categoría, el nuevo presidente considera que "hay que poner de acuerdo a los clubes para fraccionar dos grupos de distinto nivel. Los cinco mejores, por una parte, los otros cinco por otra. Porque la competición actual en la Liga está descompensada y, en ocasiones, descafeinada".

Caballero, junto a Argeo Peña y Rodríguez Mencara en la nueva sede federativa (B.P.)

"Reuniremos a árbitros, mandadores, luchadores y directivos para unificar criterios"

José Antonio Caballero pretende lograr en Gran Canaria un punto y aparte. "Una de nuestras ideas es convocar reuniones a modo de clinics entre árbitros, mandadores, luchadores y directivos. Hacerlo de forma periódica, cada dos meses, para realizar un reciclaje partiendo desde ahora, sin importarnos lo que hubo atrás. Este último punto es importante porque no avanzaremos si nos dedicamos a perder el tiempo en el reproche de lo pasado", añade. "Se trata de que todos comprendan mejor a sí mismos y al resto. Y así se entenderá el proceder y mejoraremos como espectáculo deportivo".

En este proceso también podría producirse la ayuda externa, como puedan ser la procedentes del Centro de Tecnificación del Arbitraje, con Miguel Ángel Betancort al frente. "Todas las ayudas son pocas. Pensamos en él, en Juan Carlos Arteaga y en tantos otros colegiados de disciplinas deportivas que pueden aportarnos sus conocimientos. Al cabo de un tiempo, si todos tenemos voluntad, notaremos la diferencia en beneficio de la lucha canaria".

González Mencara explica a Caballero detalles de la nueva sede federativa (B.P.)

Caballero anticipa que su directivo Francisco Betencourth será el encargado de llevar la dirección técnica de la Federación, mientras Gabriel Ramírez Pollo del Molino se mantendrá en funciones de seleccionador cadete y juvenil. Juan García será preparador físico de la Federación.

LIGA FEMENINA

Está a la espera la Federación Insular de conocer el número de equipos que saldrán a competir en la categoría femenina, conocido el anticipo de una posible renuncia del vigente campeón insular, CL Adargoma. "Lo importante es que las luchadoras tengan competición, no que ganen o dejen de hacerlo. Con esa mentalidad se acabarían todas las competiciones. Nosotros planteamos para la temporada femenina una competición regular, una Copa y también el Torneo El Corte Inglés. La Liga Regional, como la masculina, está en el aire. Entendemos que es un avance y animamos a todos los clubes a sentirse involucrados en este proyecto".

791 licencias federadas y 450 más pertenecientes a las escuelas. "De la cantidad emana la calidad" subroga el presidente. El futuro de la lucha canaria pasa por sus orígenes. Cuatro años para que el caminante haga camino al andar.